jueves, 30 de septiembre de 2010

Mundo perfecto

No podía dormir. Se levantó, se vistió y salió a caminar, lo hizo sin rumbo durante horas, avanzando en la noche sin luna, y sólo cuando sintió el crujido de las ramas y un mullido colchón de hojas bajo sus pies reparó en que no conocía el lugar y, se asustó. Todos los miedos de la infancia le miraron a los ojos cuando se encontró en aquel lugar irreconocible totalmente a oscuras. Sintió su respiración, el pálpito acelerado de los latidos de su corazón y el frío, escuchó el rumor de las hojas mecidas por el viento y se zafó como pudo de las extremidades de madera que intentaron abrazarlo. El bosque vive de noche, cientos de ruidos, unos a lo lejos, otros más cerca, llegaban a sus oídos, sudaba pánico. Intentó tranquilizarse. Desorientado, sin atreverse a moverse buscó una salida imposible. Al fin, a lo lejos vislumbró una luz tenue, un resplandor anaranjado que aparecía y desaparecía intermitente. Tanteando el terreno con pasos inseguros se dirigió hacia la luz. Al acercarse lo vio. Frente a la pequeña hoguera, sentado junto al fuego, un viejo, vestido con un sucio abrigo y un gorro de lana, alzaba las palmas de las manos buscando templar el cuerpo. El caminante insomne se detuvo a una distancia prudente y haciéndose presente en la espesura, con voz temblorosa saludó al Viejo. No pretendía asustarlo.

-Buena noche -dijo.

-Buena noche. Se bienvenido. Ven, siéntate ya que has venido para quedarte -afirmó el Viejo sin inmutarse. La presencia no le era extraña.

- No, sólo estoy buscando una salida ¿puede ayudarme?

-Lo haría si tuvieras las respuestas.

-¿Respuestas? ¿A qué?

-Ahora lo verás. Si quieres salir del bosque tendrás que responder, es la norma.

Sin entender nada el Caminante se preparó y escuchó con resignación, y el Viejo planteó una pregunta que encerraba muchas preguntas.

-¿Cómo es tu mundo perfecto? Quiero saber como sería tu mundo, y de la respuesta dependerá que salgas de este lugar para seguir viviendo tu vida imperfecta. Imagínatelo, imagínate que eres Dios, crea un nuevo mundo y dime como sería. Todo vale, pero mi propuesta es que trates de crear un mundo perfecto.

Y ante el asombro del Caminante el anciano prosiguió preguntando como si recitara una extraña letanía repetida cientos de veces, miles de veces.

-¿En tu mundo estaría negado el progreso? ¿Habría muchas razas o sólo una? ¿Habría fronteras o una nación única? ¿Quién gobernaría? ¿Sería necesario? ¿Sería una Torre de Babel? ¿En tu mundo perfecto, existirían humanos? ¿Sólo hombres? ¿Sólo mujeres? ¿Cómo se reproducirían? ¿Prefieres la partenogénesis, la reproducción asexual? ¿Habría ciudades? Puedes limitar el número de habitantes ¿serían pequeñas o grandes? ¿Cómo entenderían la muerte? ¿Enfermarían? ¿Desaparecerían? ¿Habría orden? ¿Quién lo impondría? ¿Seguirían existiendo buenos y malos en tu mundo perfecto? ¿Qué moral?...

Y así siguió preguntando hasta el infinito porque la noche era eterna y al Caminante se le ocurrieron muchas respuestas y ninguna era buena.

martes, 28 de septiembre de 2010

Retomando los domingos



Aunque no haya contado nada en este par de días, hubo salida en bici el pasado domingo. Son las primeras después de los meses de vacaciones y se hacen duras, suponen el deber de recordar a los músculos por que tienen que madrugar en lugar de quedar tranquilamente en la cama... enseguida se acostumbrarán. Las vueltas siempre están marcadas con la intención de recuperar la rutina que nos da el fuelle para ir bajando valles y subiendo montañas. En Pelayo nos juntamos un sexteto que después por circunstancias se convirtió en dúo y cuarteto. Allí esperaba el de siempre, Roberto que nunca falla, también estaba Michel, con ganas de rodar junto al desaparecido Fermín, también se asomó Oscar, Valentín, y Jose Manuel y un servidor, que acostumbramos a ir en el mismo pack. La ruta que tocó fue la clásica que nos lleva hasta la Playa de España, transcurrió por la senda de Deva, la subida por la trialera hasta La Olla, el Curbiellu, San Miguel de Arroes, Rio España, Castiello de la Marina, Playa de España, Quintes y vuelta otra vez pasando por Arroes. Una ruta ligera, agradable, e ideal para ir cogiendo el tono mientras se charla un poco, otros domingos habrá para sufrir. En el alto del Curbiellu, Oscar y Valentín optaron por una ruta alternativa y algo más corta debido a sus múltiples obligaciones. Eso no sé donde les va a llevar porque igual que se acorta el tiempo deberá aumentarse la intensidad del entrenamiento y conozco a uno que con estas cosas se relame.

Como el maquinista

¿Has visto "El maquinista", la película protagonizada por Christian Bale? Siempre me llamó la atención esa película por el esfuerzo que tuvo que hacer para llegar a la delgadez enfermiza de la que hace gala en la película. Son de valorar esos esfuerzos interpretativos que conllevan el destrozarte el físico, como cuando Robert De Niro engordó veintisiete kilos para encarnar a un acabado Jake La Motta en Toro Salvaje, una de las mejores películas sobre boxeo que se hayan hecho nunca. Por lo menos a De Niro le dieron el Oscar por aquella interpretación y se pudo poner morado de comer hamburguesas, no como Christian que se pasó cuatro meses tomando una taza de café y una manzana al día para perder 28 kilos. Después ya lo tuvieron que parar porque, el muy cafre, quería adelgazar nueve kilos más. Me parece que adelgazar tanto ya le debía estar afectando un poco a la cabeza y por eso bordó el papel en la peli.

Vuelvo a El maquinista. El protagonista es un trabajador de una factoría envuelto en una paranoia, que lleva un año sin dormir y sin apenas comer y vive atormentado por miedos e imágenes que se cuelan en su cabeza y que hacen que cuando ves la película no sepas si estás viviendo la realidad o la fantasía que habita en su mente enferma.

Y ahora al tema de la entrada, que viene a cuento del insomnio. Yo soy el maquinista, ya lo era antes, y ahora que mi vecino ha tenido la idea de poner una cubierta de pvc y poliuretano sobre su tendal, en la que las gotas de lluvia resuenan como las flechas contra los escudos, lo soy más, es por eso que recuerdo a Christian Bale.

¡Vaya inventos!


lunes, 27 de septiembre de 2010

Diecisiete años y loca


No sería justo que llegara el día de hoy y no os hablara de Clarisse, ya que acabé con ella mi post del viernes. Clarisse McClellan es un personaje que aparece en el libro de Ray Bradbury, Fahrenheit 451.
Clarisse es una chica de diecisiete años que se pregunta siempre el por qué de las cosas y a la que le gusta leer, hablar, escuchar, contar historias y que se las cuenten. Sin embargo, eso en el mundo en el que habita Clarisse está prohibido. En ese mundo futuro que se imaginó Bradbury, está prohibido saber, está prohibido leer y está prohibido pensar, todo eso es nocivo y por eso en ese mundo los bomberos en vez de apagar fuegos, queman libros. Lo que en un principio parece una imposición del gobierno, la negación del conocimiento, es para la sociedad algo que se asume con naturalidad, a la gente no le importa nada que no sea ver en las pantallas de plasma seriales absurdos. Al principio del libro Clarisse conoce a un bombero, Guy Montag, al que abre los ojos al mundo que él quema con su lanzallamas, interesándole por esos libros que hace cenizas y haciendo que se cuestione si es feliz con la vida que lleva, una vida que todos viven como autómatas sin apreciar ya no solo el conocimiento sino las cosas más simples y naturales y no por ello menos bellas.

No seguiré contando para no arruinaros el final, pero dentro de la filosofía que encierra este clásico de ciencia-ficción, uno puede sacar varias conclusiones y entre ellas preguntarse si de verdad no acabaremos en ese mundo imperfecto donde no se ve otra cosa que programas estériles en la televisión, los libros son reliquias en manos de proscritos y nadie es capaz de disfrutar de unas gotas de rocío o una puesta de sol.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El día que conocí a Clarisse

En mi rutinaria vida a veces pasan cosas que merecen ser contadas. Una tarde en la que iba de paseo con mis hijos por el centro de la ciudad entré sin querer en un lugar muy curioso. Así empezó todo.

Realmente no sé muy bien como ocurrió, sólo te puedo decir que íbamos caminando por una calle de aceras estrechas, a las que no llegaba la luz del sol, sintiendo como en nuestros brazos desnudos se erizaba el vello acariciado por la brisa que anuncia el otoño, cuando de pronto, al tratar de esquivar a una joven mamá que empujaba un enorme carrito de bebé, perdí el equilibrio y caí sobre una puerta que se batió hacia dentro como empujada por el soplo del viento. No me dio tiempo a caer, una mano blanca como la nieve se deslizó suavemente bajo la mía como esa mano galante que te invita a un baile. Era una mano suave y delicada y su dueña la criatura mas bella que yo haya visto en mi vida, llevaba un traje de época y su cutis perfecto, tan fino como la seda, remarcaba sus seductores labios carmesí. En sus ojos azules como el océano me hubiera ahogado sin pena. Recuerdo su sonrisa y el lunar junto a su boca. Me lanzó delicadamente hacia el centro del salón para seguir danzando junto a su acompañante y la perdí para siempre. Era un baile, un baile de disfraces, y allí estaba yo, en el medio del salón mirándome de arriba abajo, abochornado, y mas rojo que un tomate sintiéndome el centro de todas las miradas. La gente era muy rara. Se me presentó un señor muy flaquito con pinta de mendigo y una larga barba blanca que llevaba por única prenda un taparrabos y me dijo: "Bienvenido. Yo soy Viernes, ven te presentaré más gente". Y así lo hizo, cogiéndome de la mano me arrastró por el salón en el que muchos hablaban en lenguas extrañas, presentándome a príncipes y a mendigos, a hermosas damas, a reyes, a magos, a brujas, a espadachines, y a multitud de gente con vestiduras exóticas. Tan pronto como me los presentaba desaparecían y al tiempo, sin pausa, aparecían otros en una rueda sin fin. Al cabo de un rato me encontré completamente abrumado, empecé a sentirme mal, mareado... perdí el conocimiento.

Después no recuerdo más, hasta que oí un familiar...

-Papá, papá ¿Cuándo nos vamos?

La voz cantarina me sacó de mi ensimismamiento.

-Ya, nos vamos ya. Déjame pagar esto.

Y nos fuimos de nuestra librería favorita volviendo a sentir la brisa del norte, buscando eso si, una calle donde no hubiera sombras, y con Clarisse de la mano.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Sin encontrarme



Este blog ya no se conoce, ya no sabe cual es su identidad, ¿cuánto tiempo hace que no se habla de bicicletas? Bueno, parece que ya pasó todo. El otro día salí a probarme, salí a buscarme, aunque tengo que confesar que no me encontré. Me busqué en cada rostro que miraba, en cada bicicleta que me cruzaba, pero no me encontré. Creo, no estoy seguro, que fui mal en las subidas y con demasiada tensión en las bajadas. Dudando, dudando, tomé con desmedida precaución la primera curva por los caminos de grava y descubrí algo que no sabía de mi bicicleta, y es que igual que los perros huelen el miedo, ella percibía mi torpeza y se divertía haciéndome jugarretas.

No me encontré, pero algún día, mas pronto que tarde, lo haré.

Poco a poco, que diría el doctor, es Vd. un paciente en rehabilitación.

Algo constaté, es verdad que los músculos tienen memoria, recuerdan los esfuerzos y...los golpes.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Dalton Ghetti y sus miniaturas




Estas cosas siempre llegan, no sé muy bien porqué, vía mail. Al principio las miro con el escepticismo de pensar que en este mundo cibernético todo es susceptible de ser falso, pero cuando algo despierta mi interés me aseguro de que lo sea para evitar ningunear injustamente a quien no se lo merece. Eso hice cuando me llegó este e-mail -gracias Manu- de unas curiosas imágenes de esculturas talladas en las minas de grafito de unos lápices. Descubrí que detrás de las increíbles miniobras de arte estaban las manos del artista Dalton Ghetti, un carpintero brasileño que se entretiene haciendo estas maravillas. Aunque uno pudiera pensar que utiliza herramientas de altísima precisión, parece que le bastan como únicos utensilios un cuchillo, una hoja de afeitar y una aguja de coser.

Después de ver esta muestra de su habilidad no te preguntas cuantas picas se habrán roto en el último instante.










martes, 21 de septiembre de 2010

Vuelta a Peña Ubiña

El sábado anduve por Peña Ubiña, me acompañaron Jose Manuel y ese grupo de amigos que ha cogido el gusto de desplazarse desde Madrid para disfrutar de unos fines de semana distintos. Espero que Manu, Juanjo, Luis, Maribel y Lorena, rentabilicen los buenos momentos que pasamos juntos y guarden siempre un bonito recuerdo de los sitios que visitamos.

No fue el día ideal, una pena que sobraran algunas nubes para poder disfrutar de las vistas que ofrece la cumbre de Peña Ubiña, de hecho las nubes nos acompañaron desde Tuiza hasta el refugio del Meicín haciendo que el valle pareciera que se estaba quemando. Después hubo que abrigarse, como siempre que se gana el collado de Terreros, y seguir caminando con la esperanza de ver el cielo despejado. No hubo suerte, sólo en la subida nos pudimos asomar al balcón para ver pequeñito a Torrebarrio y como se extiende la Babia leonesa. A pesar de todo, resultó bonito comprobar los progresos de mis acompañantes en las pequeñas trepas por la arista que lleva a la cima. Sólo me preocupa que a este paso todo se les va a quedar pequeño, ya me veo haciendo un curso de alpinismo.

Gracias por poner una sonrisa en cada esfuerzo.



¿Acierto si escuchas Home, de Blake Shelton?

lunes, 20 de septiembre de 2010

La ventana

-¡Cuidado!¡Tenga cuidado! Esa acera es peligrosa, podría caerle algo encima.
-¿Algo? ¿Algo, cómo qué?
-Pues lo mismo le puede caer una guitarra, ¡mire, ahí va una!
-¡Ay dios, es verdad!

Había que asumir riesgos para pasar por debajo de aquella ventana, cualquier cosa se te podía venir encima, te podían llover guitarras eléctricas, bajos, baterías, teclados, una clave de sol... en una ocasión hasta salió volando un tipo con melenas y chupa de cuero. Lamentablemente abajo no había público para recogerlo. Era tal la turbulencia que emanaba de aquella ventana, que las palomas despistadas que por allí pasaban eran lanzadas por una corriente atronadora contra la fachada del edificio de enfrente, algunas se salvaban pero otras descontroladas se estrellaban contra la pared. En el interior de la casa sucedían fenómenos extraños, los cristales vibraban, las gemelas agujas del amplificador rebotaban contra los topes y los altavoces corrían por encima de la librería del salón amenazando con saltar al vacío. Pero había otros ruidos más extraños, venían del piso de arriba, eran repetitivos y secos y no llevaban el ritmo. Esos poltergeist eran contestados como un eco, bastaba con reproducir con la escoba los golpes en el techo, a veces hasta se devolvía alguno de más.

Esta la conozco, Rock you like a hurricane, de los Scorpions, ¿no?



viernes, 17 de septiembre de 2010

Breve historia mafiosa


Habían sido unos tipos sucios y ahora lo pagaban. Aquella mañana volvió, aún quedaban cosas por hacer. Estaban tal como los había dejado el día anterior. Ante sus ojos decenas de cuerpos mutilados pendían, algunos de pie otros boca abajo, sobre el vacío. Extraños, sin cabezas ni brazos, algunos eran enanos. En respetuoso silencio procedió con el solemne ceremonial. Descolgándolos uno a uno los fue depositando unos sobre otros. El ambiente era seco y no había olor en aquella montaña informe. Era la primera parte del trabajo, no se lo había ordenado nadie, tampoco hacía falta, él sabía muy bien que era lo que tenía que hacer. Los trasladó de un viaje, eran ligeros, ya no había almas. Dudó al principio en arrojarlos al mar con un buen lastre de hormigón, al mas puro estilo del Chicago de los años 30, pero sin extremidades el trabajo resultaría demasiado penoso. Se subió a la apisonadora. Adelante, atrás, adelante, atrás, adelante, atrás.

-Buen trabajo, Clemenzza- dijo para sí, mientras desenchufaba la plancha. La próxima caída deberá ser sobre el lado derecho.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Corazón rebelde


Hace mucho que no recomiendo ninguna película, es por dos cosas, porque veo pocas y porque normalmente las que veo creo que no merecen que las recomiende, pero "Corazón rebelde", "Crazy heart" en el original, debe verse y no sólo por disfrutar de su magnífica banda sonora. Jeff Bridges está soberbio (debe ser por eso que le dieron el Oscar), en el papel de Bad Blake, un cantante country, al que se le han pasado los días de gloria y que se pasa a la vida agarrado a la botella whisky recorriendo locales pequeños, y sin un dolar en los bolsillos. El toque romántico lo pone su encuentro con Maggy Gyllenhaal que le da la réplica encarnando a una joven periodista, soltera, con un hijo y sin mucha suerte en el amor.

Lo mejor es que veais la película. Con respecto a la banda sonora, la canción del post de ayer The weary kind de Ryan Bingham y que pertenece a esta película, fue la ganadora del Oscar a la mejor canción original.


Falling & flying - Jeff Bridges.


miércoles, 15 de septiembre de 2010

El puerto

Me gusta pasear por el puerto, llevo haciéndolo toda la vida. Antes lo hacía más, es verdad, sólo tenía que salir de casa y caminar los doscientos metros que me separaban de ese rompeolas donde están muchos de mis recuerdos. En charlas interminables en las que no importaba el tiempo, dejamos las huellas de nuestras posaderas sobre sus bancos de piedra. Pero al mirar hacia atrás también veo la vieja rula y la fábrica de hielo, lugares por donde de niños correteábamos curiosos, saltando entre cajas de madera con pescado fresco. En aquellos días, deslizándonos como anguilas, nos apartábamos esquivando el trajín de marineros, motocarros y puños cerrados en alto; puños amenazadores como rayos que se movían alrededor de cabezas de hombres con voces de trueno. Completaban el cuadro la vieja grúa, las lanchas, y las rederas, sentadas al sol, remendando aparejos. Después cambió el paisaje, la draga aumentó el calado del puerto, no se volvieron a ver las barcas varadas en la bajamar y se dejaron de oír aquellos hombres de voces roncas curtidas por el alcohol, el frío y la humedad.

Ahora toca disfrutar del colorido de los veleros, de sus banderas, de sus mástiles alineados, de sus reflejos... Es el contraste.


martes, 14 de septiembre de 2010

Insignificantes

Las imágenes son lo suficiente explícitas, pero cuando escuchas que en nuestra galaxia, La Vía Láctea, existen unos 200.000 millones de estrellas* , y que el universo puede estar constituido por 100.000 millones de galaxias, cuando lees que nuestro Sistema Solar está en el conocido como Brazo de Orión a 28.000 años luz del centro de La Vía Láctea, cuando te paras a pensar que un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, en cifras 9.460.730.472.580. Km. (esto ya son billones de Km.), cuando te paras a pensar...

Bueno, pensando pensando, lo que quiero decir es que cuando empecé a escribir me sentía una persona, pero a medida que La Tierra se empequeñecía en comparación con los demás planetas yo me fui empequeñeciendo con ella. Cada vez era más diminuto y cuando llegué al final de la serie y vi el gigantesco tamaño de Antares, la supergigante roja con su radio de 624 millones de Km., sencillamente desaparecí. Ahora me siento un microbio, y mis problemas han desaparecido.






*Has leído bien, no hay ningún error, para ser más exactos se calcula que en nuestra galaxia hay entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Norah Jones, ¡qué lujo!

Me acompaña en mis solitarios paseos, apoyada invisible en la barandilla contemplamos los barcos del puerto... por las calles camina pareja, no se despega, y cuando tomo el sol se tumba a mi lado. Siempre está colgada de mi, acariciando mis oídos, poniendo banda sonora a mis pasos.


Norah Jones- Those sweet words

viernes, 10 de septiembre de 2010

XXI Subida a la Campa Torres



Ya sé donde está el truco, ya sé porque van tan rápido. Fíjate bien en las fotos, ¿no ves que no tocan el suelo?, que van flotando.

Anécdotas aparte por que todavía no se han inventado, al menos que yo sepa, los playeros tipo hovercraft, la subida a la Campa Torres que se celebró el pasado día 8 y que organiza el Club Natación Santa Olaya sirvió para saludar a algunos amigos. Por ahí estaban entre otros muchos Héctor Moro, el atleta de Laviana, que venía de lograr una extraordinaria sexta plaza, en su categoría, en el campeonato del mundo de duatlón celebrado este pasado fin de semana en Edimburgo, también estaba por allí el incombustible Nacho Bueno, uno de los componentes del Desafío Astur Solidario, mi amigo y compañero Armando que se apunta a todo y también Dani González que entró en una meritoria décima posición, los que fuisteis este año a la multitudinaria peregrinación a Covadonga lo recordaréis.

Clasificaciones.

Dani González perseguido por Héctor Moro en el último Km.


Inauguración
Hoy a las 19.30 nuestro compañero Repechín, Oscar, procederá a la apertura del Bar-merendero, "La Cabaña". Está en la Providencia camino de la playa de la Ñora. Todos los que podaís acudir estáis invitados. Yo le deseo toda la suerte del mundo al gran Oscar en esta nueva andadura. Más detalles en el blog de Fermín.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Un superconcierto


Hubiera bastado un poco de voluntad, ayer lo comprobé. Había pasado de largo por los conciertos de la semana grande de mi ciudad, y lo había hecho a propósito, por vergüenza, por no comentar nada de conciertos revival y otros más propios de pueblos y ciudades de tercera, no quería que nadie lo supiera. Aquí hemos pasado de ver un estadio o una plaza de toros llena, vibrando con Tina Turner, Joe Cocker, Maná, Prince, U2, Bruce Springsteen o los Rolling Stones, a no ver nada. Y después del descalabro de actuaciones veraniegas, eso sí, repletas porque son gratis y la gente antes de quedar en casa sale a tomar el aire, se compruba con que facilidad se hubiera podido agradar al personal. En el recinto del Grupo Cultura Covadonga, Los Secretos dieron ayer un conciertazo. Una exhibición que demuestra por que un grupo sigue aguantándose despues de 30 años. Alvaro Urquijo, Ramón Arroyo y Jesús Redondo, con un sonido impecable, y más guitarras que en un museo, nos hicieron un buen regalo por Covadonga.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Guías de montaña


Navegando por la red me encontré por casualidad hace unos días con una web de una empresa de Guías de Montaña, radicada en Gijón y que programa diferentes actividades de montaña, se llama Tocandocumbre y en ella podréis encontrar cursos de orientación, cursos de escalada, trekkings por Picos de Europa y otras partes de la geografía, senderismo, alpinismo... y todo con la posibilidad de adaptarlo a las necesidades y condiciones de cada uno.

Lo mejor es que veaís su página.

martes, 7 de septiembre de 2010

Cuestión de adrenalina

Las imágenes de la vida no se te pasan por delante a toda velocidad porque no te da ni tiempo, habría que caer desde mas alto para poder hacer un vertiginoso repaso. Salir despedido y verte estrellado contra el suelo son décimas de segundo, poco tiempo para tanto que condensar.Cuando te caes siempre hay un error, el mio el sábado fue distraerme del piso para esquivar la liana de espinos, zarza sin moras, que amenazaba con hacerme otro tatuaje más en el brazo derecho. A partir de ahí... nada, pierdes el control y por mucho que creas que vas a salir volando ya se encargan los postulados de Newton de demostrarte que lo que estás intentando al batir tus brazos ya lo intentaron antes muchos otros con el mismo éxito que a ti te espera, ni el gran Leonardo pudo con la Ley de la Gravedad. Sólo queda confiar en salir bien del aterrizaje, mera cuestión de suerte, y si la tienes y no hay nada roto, levantarte rápidamente herido el orgullo y sacudirte el polvo de encima. Aunque lo sabes, no se puede evitar, necesitas la adrenalina, la emoción de perder el pedal en la curva y salir botando confiando en recobrar la verticalidad. Ahora que reposa tranquilo mi brazo en cabestrillo, herida leve que confío este restañada esta misma semana, pienso que sería bueno ser capaz de llevar el caballo al trote en vez de al galope, con eso bastaría, no quiero volver a ver al médico recomendándome cambiar las herraduras por otras destinadas a más cómodos caminos.



Sólo si te gustan las rancheras y los mariachis deberás escuchar este Indomable que canta Christian Castro y que da nombre a un álbum sin desperdicio.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Nuevas compañías



Ya pasó agosto y estamos en tiempo de normalizar las salidas dominicales, sin embargo, por circunstancias tuve que adelantar la mía al sábado, y lo hice obligado, retrasar más el coger la bicicleta se paga demasiado caro.
Lo que en un principio iba a ser una salida en solitario no lo fue por mucho tiempo, subiendo a Deva me encontré con un grupo que llevaba un ritmo parecido al mio y me uní a la causa, eran cinco, todos con buenas monturas, todas dobles, e iban en dirección a Cuatro Jueces. Perfecto, más de lo que me hubiese marcado de no haberlos encontrado. Y así, en la buena compañía de Emilio, Luis, Froilán, Fede y Roberto llegué hasta la Peña. Las piernas me fueron fatal pero siempre digo que cuando en días malos haces una salida decente por fuerza la próxima vez irás mejor. En la bajada cruzamos hacia el camino del Fario por Paragüezos y después bajamos a Caldones por un camino (creo que es el camino de la Talina), que no conocía y que nunca olvidaré. Sólo tendré que echar un vistazo a las distintas quemaduras que tengo en el hombro, en el costado y la cadera para recordarlo, hacía mucho, mucho tiempo que no salía por encima de la purasangre. En los próximos días veré si el dolor del hombro es el que corresponde con el machacón del aterrizaje o si hay algo más. Muy bonita y para mi desconocida salida de Caldones hacia la carretera, y plácida la vuelta por la senda de la Camocha acompañado de Luis y de Emilio que nos daba detalles de su reciente experiencia por Occitania, tocando muchos de esos puertos por los que discurre el Tour pero por dentro, entre preciosas pistas y bosques. Primero nos habíamos despedido de Roberto y luego de Fede y Froilán. A este último lo recordaba de sus tiempos de futbolista en el Gijón Industrial, ¡que cosas!
Bueno, como decimos siempre, "en los caminos nos encontraremos", seguro que habrá otra ocasión de compartir pedales.

viernes, 3 de septiembre de 2010

La vida sigue

En pocos días todo volverá a la normalidad, el maletero del coche se ha vuelto a llenar, esta vez para hacer el camino en sentido inverso. Los que disfrutan hoy los veranos eternos se reintegran a la disciplina del hogar, a todas las disciplinas. Es la vuelta a la rutina, al trabajo, a las obligaciones y a las preocupaciones, así sin darnos cuenta, porque cada vez se adelantan más, nos colarán mazapanes y turrones y otro año más habrá pasado. La vida sigue, el sol volverá a salir mañana.


En el coche sonaba Crying- Roy Orbison

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Lecturas

"No hay nadie en los últimos sesenta años, que no haya, por lo menos alguna vez, oído su nombre o leído un libro suyo." La cita, extraida ayer de un artículo de prensa local, se refiere a Ray Bradbury y seguramente su autor por encima de otros pensaba en Fahrenheit 451.

Desde hace unas semanas Clarisse se ha cruzado en mi camino y sé que será ese libro en la que ella es la protagonista uno de los siguientes en mi lista de lectura. Fahrenheit 451 es un clásico de ciencia ficción en el que los bomberos en vez de apagar incendios se dedican a quemar libros, por orden del gobierno, en una sociedad en la que nadie se hace preguntas. Y no seguiré con el argumento para no chafaros el libro.

De momento tendrá que esperar, si todo lleva su orden retomaré La Visigoda de Isabel San Sebastián, seguiré leyendo la crónica de sucesos del mexicano Eduardo Monteverde, Lo Peor del Horror y sin esperar a que acumulen mucho polvo, Mesnada de R. Ibañez y Africanus de Santiago Posteguillo.

Agradecido por todos esos préstamos, ya os ire contando.

Otras cosas

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