miércoles, 31 de agosto de 2011

Un domingo atípico

Sí, la salida del domingo fue completamente atípica, para empezar la mañana fue espléndida, nada que ver con la suerte de días que nos ha ido regalando este verano, pero no fue atípica exclusivamente por eso, lo fue por la ausencia de "repechinos" y por la presencia de caras nuevas que trajeron nuevos caminos.

Últimamente no me cuadraban bien las salidas dominicales, a veces por la pura pereza de levantarme y encontrarme con días más propios de otra estación, a veces por necesidad de descanso; pero con la esperanza de pasar una buena mañana de domingo y hacer un poco de penitencia por aquellas en las que estuve ausente dirigí mi bicicleta a la rotonda de la Guía. Allí estuve esperando sin más compañía que las estatuas de bronce, ya me extrañó que no hubiera nadie, y cuando vi que pasaban los minutos sin que ninguno de mis compañeros apareciese, empecé a plantearme la posibilidad de agregarme al primer grupo que pasase, no fue necesario, apareció Cortés acompañado de otro biker, de nombre Pedro, al que acababa de conocer mientras aguardaba en vano, junto a la estatua de Pelayo, la llegada de algún otro "repechín".

Así pues, en insólito trío nos dirigimos desde la Guía en dirección a Deva por la senda. A la altura del desvío hacia el camping nos encontramos con tres Pelayos, eran Pepe, Josmar y Juan Blas, que empieza a coger la bici después de probar que en la lucha cuerpo a cuerpo las bicicletas contra los coches llevan las de perder. Al instante nos pusimos de acuerdo para compartir ruta. Subimos a La Olla por los túneles y nos pusimos en dirección a S. Miguel de Arroes. Pepe, un lujo en cabeza, nos descubría nuevos senderos. Por uno de ellos, que da servicio al mantenimiento de los pilares de la autopista, bajamos entre eupcalitos, helechos, zarzas y de todo lo que te puedas encontrar en la jungla, hasta llegar a la carretera que desde el Río España cruza hasta Peón. Espero no me perder cuando me vuelva a adentrar en él sin la confianza de llevar delante un buen pathfinder.

Josmar y Pepe marcándonos el camino

desde la salida al alto de La Cruz

Una breve parada en el área recreativa

Salimos por Arroes a la carretera general

Después subimos La Cruz por la trialera, y en lugar de llegar hasta el alto y meternos en el Cordal, nos desvíamos a la izquierda hasta el área recreativa desde donde, tras una pequeña parada amenizada por las folclóricas notas que salían a todo volumen del coche de un foráneo y madrugador parrillero, cogimos otro espectacular sendero que en descenso nos llevó hasta Arroes. La vuelta la hicimos por carretera cada uno con sus fuerzas y sus prisas. A buen seguro repetiré la ruta o la compañía.

lunes, 29 de agosto de 2011

Oseja de Sajambre - Potes. 7ª Etapa Transcantábrica.

Parecía lejano al principio, tanto como buscar Burbia en el mapa y recorrer con el dedo y sin cansarnos las montañas de la cordillera hasta encontrar el final en la bonita localidad cántabra de Potes, pero todo se acaba.

No madrugábamos mucho porque no teníamos ansia por llegar a los sitios, sabíamos que teníamos todo el día para pedalear y caminar. El último día no fue una excepción, es más, contábamos con la tranquilidad de saber que no habría sorpresas, el territorio era conocido y transitaríamos por caminos mucho más cómodos y mejor señalizados que los que habíamos dejado atrás. Así, con buen ánimo, empezó aquella mañana en la que nos despedimos del lugar sin tiempo de hacer ninguna de las visitas turísticas que tan amablemente me recomendaba, al tiempo que me facilitaba unos mapas de la localidad, la farmaceutica de Oseja de Sajambre, que casualidades de la vida, era de Gijón.

De Oseja emprendimos la ruta tomando la famosa Senda del Arcediano* hasta llegar al Puerto de Panderrueda.

*La Senda del Arcediano llegó a ser una de las vías de comunicación más importantes entre el oriente asturiano y la Meseta. En el siglo X se la conocía como Vía Saliámica, nombre relacionado con su más que probable origen romano. Su actual nombre data del siglo XVIII, cuando D. Pedro Díaz de Oseja, Arcediano de Villaviciosa y natural de Sajambre reserva en su testamento partidas destinadas a la reparación y mantenimiento de la ruta. El camino discurre desde el puerto del Pontón hasta las inmediaciones de Cangas de Onís, cruzando a su paso los bosques sajambriegos y las majadas del concejo de Amieva. A lo largo del recorrido se pueden disfrutar algunos de los más sorprendentes paisajes de los Picos de Europa. Espesos bosques de hayas y robles, extensas praderías y acogedores pueblos contrastan con las cumbres próximas del Macizo Occidental de los Picos de Europa. A lo largo de la ruta el senderista descubrirá lugares de incomparable belleza, como la pradería y robledales de Verrunde, la Pica Ten, Los Collaos, el collado de Beza, las majadas de Saugu y Toneyo, y pueblos como Oseja, Soto y Amieva. (Texto extraído de la Guía del visitante de Picos de Europa)

La senda del Arcediano siempre en ascenso hasta Panderrueda

nos la tomamos con tranquilidad...

y disfrutando del paisaje...

y de la conversación.

pero no nos libramos de portear ni el último día

Desde el alto de Panderruedas seguimos el PR-PNPE 11 que nos llevaría en un cómodo descenso de unos 14 km. a través del frondoso hayedo del camino viejo de Valdeón hasta Posada de Valdeón.

Hayedo precioso

en el que buscamos un final distinto.

Tras la comida no hubo siesta, nos quitamos la pereza del cuerpo marcándonos una muy buena subida por carretera al Puerto de Pandetrave desde donde cogimos la pista que sube a la Horcada de Valcavao para continuar después en largo descenso hasta Fuente De.

Subimos Pandetrave como jabatos, los desniveles de las carreteras son muy distintos

nos felicitamos, sólo quedaba la subida hasta Valcavao

pero antes nos asomamos al mirador.

La pista que lleva a Fuente De desde la Horcada de Valcavao

y las últimas fotos

Al fondo Espinama

y un paseo hasta Potes

De Fuente De a Potes no hubo ni que dar pedales, bastaba la inercia de la bajada y saborear el gusto amargo que dejan las cosas que aunque uno no quiera, irremediablemente se acaban. Aunque parezca que no tenga mucho que ver, te diré que la sensación más parecida a ésta que se puede tener es la que se experimenta cuando estás llegando al final de un libro que te está gustando mucho. Por un lado estás deseando llegar al final y por otro te da pena que se acabe, así que creo que sólo se puede hacer una cosa, abrir otro libro o empezar otro viaje.

Al final del día 67 Km. y 2243m. de desnivel, al final de la semana 400 km. y un desnivel acumulado de 15466 m.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Collado Jermoso por Asotín

El sábado, Javi, mi brother y un servidor, nos fuimos hasta Cordiñanes para subir hasta Collado Jermoso por la Rienda de Asotín. Tenía pendiente llegar hasta el refugio de Diego Mella y tenía ganas de hacerlo por la famosa rienda, en otra ocasión lo había intentado por la Canal de Pedabejo, Vega de Liordes y Las Colladinas, pero en el último tramo un nevero hizo que los que intentamos la ruta ese día desistiéramos. En agosto no hay esos problemas.

El indicador al inicio de la ruta.

Dejamos el vehículo en Cordiñanes al pie del cartel indicador de la ruta. PR PNPE-16 y seguimos el camino que nos saca del pueblo en dirección a la Rienda de Asotín. La Rienda es un sendero tallado en la roca que tiene una anchura no mayor de un metro y es algo expuesta, pero con no mirar hacia abajo y poniendo un poco de cuidado en no resbalar en algunos tramos en los que la piedra está lavada se salva sin problemas.

El final de La Rienda desemboca en un pequeño y bonito bosque, el hayedo de Asotín, del que se sale para seguir en ascenso hasta la vega del mismo nombre.

Aunque no se aprecia, el camino está ahí.

por aquí había que tener un poco de precaución...

hasta llegar a esta parte en que no hay peligro alguno.

Y llegamos al bosque de Asotín

atravesarlo nos hizo más entretenida la subida.

La ruta hasta el refugio es siempre en ascenso y se endurece a partir de la Vega de Asotín. Toda la ruta está muy bien señalizada, en la vega un indicador nos señala seguir la ruta hacia la izquierda, desde donde tenemos dos opciones, o bien seguir el camino que asciende en zig-zag hasta el Collado Solano haciendo un pequeño rodeo, o entrar por la Canal Honda. Se llega al mismo sitio.

Al fondo está la Canal de Asotín pero la subida no es por ahí, es por donde dice el panel, por la izquierda.

Y lo que tenemos delante es la Canal Honda, si seguimos el camino que entra hacia la izquierda se rodea por Collado Solano.

La canal es un pedregal

que poco a poco se va remontando, como todas.

Nosotros subimos por la canal e hicimos el retorno por el collado. Por puro desconocimiento subimos por la canal directos hasta alcanzar el camino que venía de Collado Solano pero cuando estábamos arriba vimos como cuando se acaba el muro de roca que al ascender queda a la derecha, comienza un pequeño sendero por el que se hace mas llevadera la subida.

Aquí me di cuenta de que nos habíamos colado.

El camino lo teníamos a la derecha en el final de la pared, lo verás mejor si haces click en la foto.

Seguimos el camino, que es claro y está marcado, y llegamos a las llamadas Traviesas del Congosto desde dónde entramos al Argayo Congosto. Aquí hay que trepar un poco, pero sin dificultad y enseguida se ve asomando el refugio.



El sendero por las Traviesas del Congosto

y el comienzo del Argayo Congosto

en el que hay que hacer alguna pequeña y sencilla trepa.

En el tramo final está la única fuente de todo el recorrido.

Por ahí asomaba el refugio, ya estábamos arriba.

Una buena terraza

con animación.

Subimos un poco para hacer unas fotos del refugio...

y de lo que hay alrededor, como la Torre del Hoyo de Liordes y la mole de Torre del Friero.


El sitio es espectácular, al pie de la Palanca y el Llambrión. Comimos en una mesa que está sobre el Argayo Congosto con la vista de Torre del Friero y la Torre del Hoyo de Liordes con sólo girar la cabeza.

La vuelta fue por el mismo sitio, y en la única dificultad nos colamos, bajamos demasiado en el decenso por el Argayo Congosto y tuvimos que marcarnos un pequeño bonus track de esos a los que estoy tan acostumbrado para volver a coger el sendero de las Traviesas. Creo que ese punto es el único en que hay que tener cuidado de no perder el camino.

De vuelta a las Traviesas
seguimos el camino a Collado Solano desechando la bajada por la canal Honda

y volvimos a adentrarnos en el hayedo de Asotín

agradeciendo su sombra.
De nuevo la rienda,

ese camino que a ratos parece inexistente.

La ruta nos llevó tres horas de ida y aproximadamente lo mismo a la vuelta, supongo que debido al despiste y que en el retorno rodeamos un poco al bajar por el Collado Solano.

martes, 23 de agosto de 2011

Good morning

Para llegar a ver los rebecos...


hay que ser un poco como ellos.
 



Dedicada a todos los que os pasais por aquí, City of New Orleans, de uno de mis favoritos, Johnny Cash.


lunes, 22 de agosto de 2011

Puebla de Lillo - Oseja de Sajambre. 6ª Etapa transcantábrica

Esta era la penúltima etapa, una etapa de sentimientos encontrados, por un lado la pena de ver que las jornadas iban pasando y que el viaje estaba tocando a su fin y por otro las ganas de acabar con la satisfacción de ver que pese a la dureza íbamos aguantando bien y que estábamos disfrutando de unos paisajes únicos.

Salimos de Puebla de Lillo, dirección Redipollos para tomar una pista, a ratos buena, a ratos mala, que ascendía entre los Picos del Mampodre. En la subida hubo que hacerle una cura a Carlos que llevaba los pies destrozados por las llagas y sufría mucho cuando teníamos que caminar con la bicicleta. Los mios estaban algo mejor que los de él pero también estaban mal, en esta transcantábrica se anduvo mucho con un calzado que no era el más adecuado, pero ¿cúal era el adecuado?

Los pies de Carlos

Llegamos a un alto entre los montes del Mampodre

desde nos indicaron el camino

para descender a Maraña

Descendimos a la localidad de Maraña y tras una parada para la comida continuamos por la carretera que lleva a La Uña, el día se ponía frío y el viento nos acompañaba en nuestro recorrido.

Esta etapa no era muy larga, así que nos la tomamos con calma. En La Uña paramos a tomarnos un café en el pequeño bar de Valentín, hombre de mil historias que nos hablaba de sus años de furtivo antes de ser guarda de los Picos y nos relataba algunas anécdotas, como cuando le pidieron que buscara un "faisán" -se refería a un urogallo-, para el Ministro de Agricultura de la época, a pesar de que estaba cerrado el cupo, o de las dos veces que cogió al furtivo y vecino suyo, Molinero, con la maña de quien fue cocinero antes que fraile.


Valentín nos escanció los cafés en su bar de La Uña

Dejamos a Valentín y, siguiendo sus indicaciones, cogimos la pista que nos llevaría a la Collada de Fonfría. En el alto, y con Peña Ten a nuestra izquierda, nos internamos entre las vegas del Puerto de la Fonfría hasta bajar al Arcenorio y salir por la Collada de la Campa, desde ahí descendimos a la Collada de Llaete.

Menos mal que se inventaron las cámaras de fotos, porque pasar por todos esos lugares sin llevar unas imágenes de recuerdo sería un dolor.

Transitamos por La Fonfría...

bajamos hacía el Arcenorio...

y pasando junto a la ermita...

nos dirigimos a la Collada de La Campa

De Collada Llaete superdescenso a Pío. En sentido contrario tiene que hacerse muy muy duro, sobre todo como lo hicieron algunos de mis compañeros que en su día sustituyeron el verde por el blanco de la nieve.

Al fondo Collada Llaete

Rápido y largo descenso hasta Pío

Ya sólo nos restaba cubrir por carretera los tres km y medio que separan Pío de Oseja de Sajambre para concluir con 44 km y 1853 m de desnivel.


Otras cosas

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