Proyectos, planes, objetivos. Todos tenemos los nuestros, son los que nos dan el impulso y hacen que nos levantemos de la cama temprano los días que no tenemos la obligación de madrugar aunque estemos muy calentitos y afuera haga mucho frío. Cada uno tiene los suyos, pero al final, para todos son aquellas cosas que cuando hacemos el balance del año nos hacen ver que los doce meses no han pasado en balde, que hemos hecho algo distinto, algo que no siempre se tiene la oportunidad de hacer, algo que se sale de la rutina.
El sábado por la mañana cogí la bici y salí a dar una vuelta en solitario, el domingo me era imposible y no se pueden dejar pasar los días porque después la inactividad pasa factura. Subía hacia el picu'l Sol cuando me encontré con mi amiga Tere que bajaba corriendo (siempre somos los mismos), también iba sola. Charlamos un rato, hablamos del frío que hacía a primera hora y de los objetivos para este año que acaba de empezar. Ella, que se dedica a correr largas distancias, me contaba que en mayo volvería a correr los 101 Km. de Ronda. El año pasado fue la vencedora en su categoría. Recordé que no hacía ni una semana mi amigo Carlos, por si me animaba a apuntarme al grupo, me decía que se iba a hacer esos 101 de la legión en btt. Pero Málaga queda lejos, desde Gijón hay que echar un día entero para llegar y otro para volver, más la prueba. Es una paliza.
De todas formas habrá más cosas, las pasadas navidades una invitación a una cena en una casa llena de amantes de las dos ruedas (Jose, gracias una vez más), dió para conocer muchas cosas muy interesantes. Se me informó de los planes futuros y escuché experiencias como la de Tino en la París-Brest-París, famoso bicimarathon que se corre una vez cada cuatro años y en el que hay que cubrir los 600Km que separan ambas ciudades, ida y vuelta en menos de 90 horas, total 1200 Km. Por supuesto, él lo acabó. Sólo los trails que hay que pasar para poder participar tienen lo suyo, hay que hacer primero unas "brevets" de 200, 300, 400 y 600 km. Así se garantizan que no va cualquiera, casi nada.
Montones de planes, Chema y Fran, en la misma cena, comentaban como si tal cosa que tienen en mente hacer en un día los 350 km que separan Gijón de Santiago de Compostela ¡Vaya tíos!
Y como todos tienen los suyos, Froilán, con el que compartí pedales al final de la ruta del sábado, me hablaba de su intención de ir este año al Soplao y de lo que le apetece hacer el Camino de Santiago. En eso no es el único.
A mi los planes cómo que me los dan hechos, de momento, en lo que se refiere a la bicicleta tienen muy buena pinta, si el año pasado el proyecto estrella fue la transcantábrica, el 2012 parece que deparará una ruta circular por el país vecino, una ruta que se conoce como la de "las aldeas históricas de Portugal", casi 600 km a recorrer en ocho días. Pero además habrá una segunda edición por la Ribeira Sacra y con suerte otro fin de semana de mountain bike en Sanabria. Y está una ruta pendiente por la Sierra de la Demanda, y un fin de semana montañero por la Sierra de Gredos, y siempre salir a la montaña, y montar en globo (ahí lo dejo), y... todo lo que buenamente se pueda.
He empezado el año apuntándome a un curso de escalada deportiva y soy de los que tienen una cuenta pendiente con el inglés que de momento voy a posponer, sólo de momento. Todo son proyectos.