¡Vaya nudo! Alejandro Magno seguramente se hubiese quedado sin conquistar el Oriente si su espada se hubiera encontrado con este nudo, un auténtico nudo gordiano.
Sobre el nudo gordiano.
Gordias, s. XIV a. C., rey de Frigia, actual Turquía y padre del rey Midas, era un campesino sin más bienes que un carro y una yunta de bueyes que fue proclamado rey al recaer sobre él las predicciones de los oráculos que vaticinaban que el rey de Frigía entraría en la ciudad sentado sobre un carro en el que estaría posado un cuervo. Gordias, en agradecimiento al pueblo que le hizo rey, ofreció el carro, cuya lanza estaba atada al yugo de forma inextricable, a Zeus. Con la cuerda apretada y las puntas escondidas en el interior del nudo los oráculos decían que quien desatara el nudo del conocido como carro del rey Midas dominaría Asía.
Alejandro Magno lo intentó, y ante la imposibilidad de desatarlo lo cortó con su espada y continuó avanzando imparable hacia el Oriente.
Gordias, s. XIV a. C., rey de Frigia, actual Turquía y padre del rey Midas, era un campesino sin más bienes que un carro y una yunta de bueyes que fue proclamado rey al recaer sobre él las predicciones de los oráculos que vaticinaban que el rey de Frigía entraría en la ciudad sentado sobre un carro en el que estaría posado un cuervo. Gordias, en agradecimiento al pueblo que le hizo rey, ofreció el carro, cuya lanza estaba atada al yugo de forma inextricable, a Zeus. Con la cuerda apretada y las puntas escondidas en el interior del nudo los oráculos decían que quien desatara el nudo del conocido como carro del rey Midas dominaría Asía.
Alejandro Magno lo intentó, y ante la imposibilidad de desatarlo lo cortó con su espada y continuó avanzando imparable hacia el Oriente.