El último día del año es fecha para hacer balance así que con vuestro permiso me voy a remontar unos meses hacia atrás para buscar el pasado mes de abril en el que me lancé a la piscina y eché a andar este blog. Ignoraba si iba a tener algún futuro, si iba a ser capaz de darle continuidad, si iba a encontrar cada día una imagen que comentar o una historia que contar, ignoraba si alguien además de los más allegados iba a perder un minuto en leer algo de lo que aquí se escribe y si algún despistado encontraría algo que le pudiera resultar interesante;los comienzos estaban sembrados de dudas, dudas sobre el contenido y dudas sobre el continente, dudas que aún persisten y que me ayudan a tratar de mejorar, mi ignorancia encuentra consuelo en el sabio proverbio (el que nada duda nada sabe) y me anima a que todo siga adelante.
En lo personal estos meses han supuesto una resurrección, como si me hubiera sometido a una sesión de diálisis, de sangre nueva. He despertado del letargo. He vuelto a disfrutar de la bicicleta como hacía tiempo que no lo hacía, he recuperado amigos y he hecho otros nuevos, he encontrado el tiempo que antes me faltaba para salir a la montaña y he dejado de empezar el día leyendo las noticias de los periódicos para empezar leyendo losblogs de mis amigos, han sido meses de pequeños grandes cambios que me han puesto en la dinámica positiva que sé que debo mantener, pero ahora es más fácil, hay inercia, la misma que se siente cuando se deja de dar pedales notando como la bicicleta se desplaza. El nuevo año seguirá, a buen seguro, la estela trazada y el blog seguirá siendo escaparate de rutas, historias, canciones, libros, fotos y como no...bicicletas. Feliz 2010.
Mi amigo José Manuel al fin se ha decidido, en múltiples ocasiones le animé a que abriera un blog al igual que yo lo hice hace unos meses, se lo recomendaba como terapia para su mente inquieta sabedor por nuestras infinitas charlas de que su cabeza, como la mía, no descansa. Yo sé de él todo lo que se puede saber de un buen amigo, que es mucho, y me alegro de que abra al mundo esa ventana y comparta con todos su visión de las cosas, sus reflexiones y sus aficiones. Es persona de muchas virtudes y ahora tendréis la suerte de poder comprobarlo. Os recomiendo que pinchéis siempre en los blogs que aparecen en la columna de la derecha, no están ahí sólo por ser de amigos o conocidos, están ahí porque creo que merecen la pena. Ahora hay uno más “Ye lo que hay”.
Al pasar el otro día por delante del Club Natación Santa Olaya me encontré con la imagen que tenéis arriba y no pude evitar acordarme del video que veis abajo, no en vano llevo unos años tragándome dibujos animados de todo tipo y aunque prefiero los de antes a los de ahora reconozco que los de la factoría Pixar son una pasada. Toy Story, Bichos, Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los Increibles, Ratatouille, Cars, Wall-e y Up, son realmente entretenidas pero no te quiero hacer perder más de los tres minutos que dura el corto que te posteo.
Coincidir en una misma salida con dos blogueros tan ilustres como Jose Bluetomate y Fermín Cimafermín es un placer que me deja en franca desventaja a la hora de narrar la salida de ayer, pero lo voy a intentar. Fue idea del Blue realizar una ruta que tuviera parada en la ya archifamosa panadería de la recta de Vegagranda y aunque las cosas no salieron como las tenía preparadas,-en la Tahona se olvidaron de la empanada-, para todos la comida era lo de menos, mera disculpa encubridora del verdadero fin, practicar nuestro deporte favorito entre charlas y sudores. Comenzó la mañana a los pies de la emblemática estatua del Rey Pelayo, éramos unos veinte, "los repechinos" con una buena representación tanto de jinetes como de monturas, allí estaban: Fermín, Martín, Samuel, Santi, Oscar y Carlos, el trio de Joses en los que me incluyo, por supuesto el organizador y su inseparable Javi Guardado, además de una nutrida presencia de miembros de la Peña Pelayo entre los que destacaba un pelayín de doce años que anda que mete miedo. La ruta en sí fue muy agradable, cruzamos la ciudad aprovechando al máximo los carriles bici, accedimos a la vía verde de la que nos despedimos para adentrarnos en el valle de Llantones, ascendimos por una rampa de hormigón que nos puso a los pies del Picu San Martín y seguimos por Les Cabañes hacia Fano y Lavandera desde donde bajamos hasta la Tahona. En la Tahona no estaba la empanada que algunos llevaban oliendo toda la mañana, pero no importaba nada, lo que había que hacer ya estaba hecho y a otros que Dios les conserve ese olfato.
P.D. Voy a tener que dedicar un post a los eufemismos. Donde leéis en otros blogs, sendas, paseos y "falsos llanos" debéis entender rampas de más del treinta por ciento. Mas que nada por si alguien está mal del corazón.
Cerró la puerta tras de sí encontrándose con calles vacías, no había gente, ni coches, ni animales, no había ruido. El día había amanecido despejado pero el sol aún no calentaba lo suficiente y hacía frío. Avanzando por la ciudad desierta empezó a sentir vértigo. Fuese lo que fuese lo que había sucedido había tenido que tener lugar durante la noche. El día anterior todo era normal, bullicio, coches, niños, luces... pero ahora todo era distinto, estaba solo y las preguntas se amontonaban en su mente ¿Habría sobrevivido alguien más?¿Sería él el único? y ¿Por qué él? Sabía que el abrigo no sería un problema tenía a su disposición toda la ropa del mundo pero el alimento podía llegar a serlo en un futuro, él no estaba acostumbrado a cazar o pescar, ni siquiera sabía si seguía habiendo animales. Decidió que lo mejor sería vivir de los productos que da la tierra y viajar, sabedor de que en cualquier lugar tendría cobijo. De repente algo lo saco de su ensimismamiento, vio alguien, no estaba solo, había más gente y se dijo: ¡Claro, hoy es Navidad! y este día la gente no madruga.
La mañanabuena. Fermín con su habitual acierto no podía definir mejor la celebración de esta mañana. Inocente de mí, dudé pensando que la lluvia de la noche y la inestabilidad climatológica de la mañana tal vez fueran suficientes para aplazar la reunión navideña de Cuatro Jueces pero un mensaje rápidamente contestado me devolvió a la realidad de los bikers que no se arrugan por unas nubes, unas gotas o unos diluvios, que de todo hubo. Estaban mermados "los repechinos" esta mañana, en la plaza del Marqués, Samuel, Valentín-encargado hoy de la logística-,Oscar Santi, Fermín y un servidor formamos el grupo de valientes que se animó a bajar el turrón por anticipado. Rodamos tranquilos hasta Cuatro Jueces entre charlas y comedias que es lo que más abunda y nos aprovechamos de los minutos de tregua, que nos dió el tiempo antes de que empezara a llover, para dar cuenta de turrones, mazapanes, langostinos y la sabrosa empanada de Carlos, que lamentablemente no nos pudo acompañar. No todo fueron bicicletas, por sorpresa aparecieron por allí Alberto y su mujer Carmen, que nos obsequiaron con un café que palió el frío, y Noé, el hermano de Oscar. Casi se juntaron tantos todoterrenos como bicicletas. El descenso bajo la lluvia nos trajo de vuelta a la ciudad en un día que quizás no era el mejor para la bicicleta o quizás sí.
Sumergido en la vorágine de las compras navideñas y ejerciendo unas veces de Rey Mago, otras de Papá Noel, pero también de cocinero, recadero o taxista, siento como los días pasan a toda velocidad, así que no es parezca raro visitar esta bitácora y no encontrar novedades o encontrarlas a horas extrañas. Como no sé lo que el día me deparará mañana, aparte de reunirme con unos cuantos amigos a degustar dulces típicos navideños en la Peña de los Cuatro Jueces - no debe haber otro sitio más cerca-, aprovecho para felicitaros a todos estas fiestas y recordaros que Santa Claus está llegando a la ciudad.
Después de muchos años sin apenas fotos de las salidas, ahora no hay ninguna que no quede inmortalizada, si a eso le sumo que desde la llegada de las cámaras digitales disparo sin control, resulta algo como lo que podéis ver aquí abajo.
Reconozco que hay que poner ganas para salir de la cama y coger la bicicleta cuando el termómetro marca tan solo un grado pero tanto Jose Manuel como un servidor teníamos muchas ganas de ver de cerca el manto blanco que cubría el Fario y con ese ánimo abandonamos el calor del nido. Al pasar por las proximidades de Pelayo coincidimos con Fermín, Samuel y Oscar, y en La Guía, Carlos se unió a un grupo que perdió unidades a medida que fue avanzando la mañana. Así que el premio final de las vistas desde el Gavio, de la poco habitual sensación de pedalear sobre planchas de hielo y descender abriendo huella en la nieve virgen, como nos pasó en el descenso a la peña de los Cuatro Jueces, quedó reservado para Carlos, Jose Manuel y el que escribe. No estábamos solos , otros montañeros y beteteros tampoco desaprovecharon la oportunidad de disfrutar del día y de la panorámica de Asturias pintada de blanco. Espero poder mostraros mañana una buena colección de fotos.
En estas fechas en las que las familias se reunen al calor del hogar, se cuentan los presentes y se extraña a los ausentes, tened en cuenta los que os encontráis lejos de casa que los vuestros echarán de menos una llamada o abrir el buzón y no encontrar una carta.
Si os da miedo enfrentaros a la hoja en blanco o si no encontráis las palabras, fijaros en este ejemplo escrito por Anónimo, (alguno lo recordará por ser el mismo que escribió "El Lazarillo de Tormes") que os puede servir de inspiración. (Fermín, recuerda que caiste en la marmita cuando erás pequeño).
La carta dice así:
Queridu fiu:
Póngote estes llinies pa que sepas que toy viva. Toy escribiendote despaciu porque sé que nun yes pa lleer deprisa. Si recibes esta carta ye que llegote, si non, dícesmelo y mándotela otra vez. El tiempu por aquí nun ta mal: la semana pasá solo llovió dos veces; la primera tuvo lloviendo tres díes, y la segunda cuatro. Ya te mandé la chaqueta, pero el to tiu Pepe dixo que si la mandábamos con los botones pesaría muncho y el envíu seria muy caru, así que quitámosilos y metímostelos en el bolsu de adientro. Por fin ya pudimos enterrar a to güelu; alcontrámoslu cuando lo de la mudanza, taba metíu en el armariu desde el día aquel que nos ganó xugando al escondite. Cuéntote que el otru día explotó la cocina de gas y to pá y yo salimos disparaos pel aire y cayimos afuera de la casa.¡qué emoción! Yera la primera vez que to pá y yo salíamos xuntos de casa. Vino el médicu y púsome un tubín de cristal en la boca y díxome que nun podía hablar en diez minutos. To pá quería comprai el tubín. Perdona la mala lletra y les faltes de ortografia; ye que yo cansé de escribite y ahora toy dictandoi a to pá y ya sabes lo burru que ye. Y hablando de to pá ¡que orgullosu tá! Cuéntote que ahora tien un buen trabayu, tien 500 persones por debaxu d'el, ye el encargau de segar el cementeriu. El otru día leyó en el periódicu que, según les encuestes, la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetru de casa, así que mudémonos más lejos. Nun vas a reconocer la casa, el sitiu ye muy guapu y hasta tengo llavadora, aunque no toi muy segura de que funcione. Ayer metí la ropa, tiré per la cadena y desde esi momentu nun la volví a ver. La tu hermana Xulia, la que se casó col su hombre, parió. Como entovía nun se de que sexu ye nun puedo dicite si yes tíu o tía. Si ye nena van llamala como yo. Ella a la to hermana llamarala mamá. La otra hermana, Pilar ta embarazada de 5 meses. To pá preguntoi si estaba segura de que yera de ella. Y por últimu el to hermano Juanchu sigue tan despistau como siempre; el otro dia cerró el coche y dexó les llaves adientro y tuvo que dir 3 kilómetros pa allá y 3 kilómetros pa acá, a casa a pol duplicau esi pa poder sacanos a to pá ya mi de dientro el coche. El to primu Paco casose y pasa toa la noche rezandoi a la muyer porque i díxeron que yera virgen. A quien nunca más vimos per equí ye al tíu Carlones, el que morrió el añu pasau. Ahora el que nos tien muy preocupaos ye el to perru, el Puski; ta empeñau en correr detrás de los coches que tan paraos. ¿Recuerdes al to amigu Antón? Ya nun ta más en es ti mundu. So pá morrió fai dos meses y como había pidiu ser enterrau en el llagu, el probe Antón morrió cavando la poza en el fondu. Bueno fiu, non te pongo dirección en la carta porque non la sé. La xente que vivió aquí antes llevó los números pa non tener que cambiar el domiciliu. Si ves a Dña. Remedios salúdala de mi parte, si nun la ves no i digas na. To ma que te quier Carmina
P.D. Diba mandate 100 euros pero ya cerré el sobre.
Por sorpresa el Fario que se veía ayer cubierto por un manto blanco me envió una invitación. Me llegó mientras pedaleaba por la vía verde. Si el sábado que tengo comprometida la asistencia a una de esas ceremonias en las que los protagonistas se juran amor eterno, no me excedo con los manjares, haré el esfuerzo el domingo de eliminar las calorías sobrantes. Seguro que no me faltará compañía. Les sienta bien el blanco al Fario, la ladera de la Collada y Peña Careses. Peña Careses...otra que espera.
Me escapé volando como una paloma buscando un momento de calma mientras el frío me helaba las extremidades y el sol se ocultaba por el este. Lo hallé en la senda fluvial, me posé en el suelo, en el puente de madera, en el estanque,... y remonté el vuelo.
En el camino del Fario/a la entrada del pinar/si es el sitio, no es la señal./Con tanta madera en el lugar/mejor pareciera tallada,/de filigranas y trisqueles adornada,/que no hecha del acero/del que nacen las espadas.
En una de las últimas salidas bicicleteras Jose Manuel, gran aficionado a la apicultura, afición que practica a pesar de tener las colmenas en la vecina Galicia, en Bulso para ser exactos, me hablaba de otras batallas, las que libra el avispón gigante del Japón contra las abejas europeas.
Suyo es este post, que seguro que os resultará interesante.
Este vídeo muestra un ataque de avispones gigantes (Vespa Mandarinia) a una colonia de abejas europeas (Apis Mellifera). Este voraz insecto de 5 cm de largo y 7,5 de envergadura se esconde en las montañas de Japón (allí le llaman avispa gorrión) así como en otras regiones de Asia oriental. Su aguijón, de 6 mm de longitud, bombea una dosis de veneno que posee una enzima tan potente que es capaz de disolver tejido humano.
Las abejas, otras especies de avispas e incluso la Mantis religiosa no son enemigos para esta criatura, que suele atacar a sus presas en ejércitos implacables. Solo uno de estos avispones es capaz de matar 40 abejas europeas en un minuto y un puñado de ellos masacrará hasta 30.000 abejas en muy pocas horas dejando tras de sí un rastro de extremidades y cabezas cortadas.
Las personas no suelen ser atacadas por estos animales aunque quienes han sentido su picadura describen el dolor como insoportable asemejándolo a sentir un clavo ardiente penetrando a través de la carne. Si no se recibe tratamiento después de una picadura de estos avispones podría llegar producir la muerte. Unas 40 personas al año mueren en Japón por este motivo, principalmente por reacciones alérgicas.
Aunque parezcan animales crueles y brutales hacen lo que tienen que hacer para sobrevivir, es la ley de la naturaleza, sin embargo son excelentes madres y feroces protectores.
Las abejas europeas, al no ser nativas de esas latitudes, no poseen mecanismos de defensa para protegerse de este enemigo y por tanto son un blanco perfecto para ellos. Cuando un explorador de estos avispones gigantes localiza una colonia de abejas la marca con una feromona, desencadenando al poco tiempo un ataque de una horda de congéneres que diezman la colonia de abejas.
Sin embargo las abejas autóctonas (Apis Cerana Japónica) tienen un curioso y eficaz sistema de defensa. Cuando un avispón explorador intenta marcar una colonia de esta especie de abeja, estas detectan la feromona y un centenar se agrupan en la entrada del nido para atraer al avispón. Cuando este entra en el interior del nido es rodeado por hasta 500 abejas que, cubriéndolo por completo y evitando que pueda moverse, comienzan a hacer vibrar su musculatura de vuelo, esto eleva la temperatura en el interior de la bola hasta 47 º , temperatura que el avispón no puede soportar, y un aumento del dióxido de carbono, que contribuye también a su muerte. Así, muerto el explorador quedan libres de la amenaza de un ataque.
El ciclo vital de estos animales empieza en primavera cuando una reina avispón, tras 6 meses de hibernación, comienza la puesta de huevos que lleva en su interior y de los que nacerán los primeros trabajadores y soldados. La reina avispón pone miles de huevos que en solo una semana se transforman en larvas, así la colonia crece rápidamente al igual que el hambre voraz de los jóvenes avispones.
Es la reina quien alimenta al principio a sus crías pero pronto un ejército de cazadores es enviado a buscar nuevas fuentes de alimento. Los avispones adultos no comen a sus presas, alimentan a sus crías masticando la carne de sus víctimas y convirtiéndola en una pasta pegajosa con la que cebar a sus larvas, estas a su vez producen un liquido claro que es una mezcla de aminoácidos del que se alimentan los adultos.
En Japón existe una “bebida energética” que contiene una forma sintética de la saliva de la larva de avispón gigante que, dicen, aumenta el rendimiento físico, le llaman “jugo de avispa”. En las aldeas de las montañas del país del sol naciente este avispón forma parte de la dieta básica de sus habitantes. Se comen fritos o en sashimi de avispón (el sashimi es un plato de pescado crudo cortado en lonchas)
El libro que os recomendaba la pasada semana, "El Sanador de Caballos", acaba con la victoria de las tropas cristianas sobre el ejercito musulmán en la batalla de las Navas de Tolosa (16-julio-1912), decisiva en la Reconquista. Había sido planteada como una Cruzada y así, con la bendición del Papa Inocencio III, el Rey Alfonso VIII de Castilla junto con los reyes Sancho el Fuerte de Navarra y Pedro II de Aragón consiguió vengar la derrota sufrida en Alarcos en 1195 que había puesto a los musulmanes a las puertas de Toledo. Hace años Isidoro Cortina, que nos impartía clases de derecho penal y procesal, dejaba volar sus amplios conocimientos en materia histórica para contarnos batallas como la de Covadonga o la citada de las Navas. Lo hacía como si las hubiese vivido y narraba con auténtico entusiasmo como el gigantesco Sancho el Fuerte entraba junto a sus doscientos caballeros en la empalizada de Miramamolín. Imitando al Rey navarro, D. Isidoro blandía desde su enorme e imaginario caballo su no menos imaginaria espada sobre los temibles Imesebelen que el Califa tenía encadenados o enterrados hasta las rodillas alrededor de la empalizada. En aquel entonces no podíamos aguantar las risas pero algo quedó de todo aquello.
Practico la conducción preventiva inconscientemente, mis ojos barren sin cesar el camino esperando la carrera del niño, la parada del anciano, el cruce del perro y el peligroso brazo del que señala; atento también al coche que se para de repente, que abre las puertas sin mirar y que gira sin avisar. De ese coche guardo las distancias, le dejo paso, me incomoda. Mi marcha se ralentiza a medida que surgen los obstáculos, la observación y la anticipación me van permitiendo circular sin pasar apuros, sabedor de que siempre hay alguien que te puede confundir con el bolo de la bolera, pero eso forma parte de lo inevitable y nadie puede ir en contra del destino.
Por lo que leo en los blogs de Bluetomate y Cimafermín parece que todos salimos ayer, no me extraña, buen día para coger la bicicleta y aprovecharse de la buena temperatura que nos brinda, al menos de momento, este diciembre. Yo salí con Jose Manuel y beneficiándonos mutuamente de la conversación que hace que te olvides del desnivel del camino, subimos a Deva desde donde enfocamos al Fario antes de descender a Baldornón y La Collada, sin sustos, siempre tranquilos, disfrutando del paisaje y la paz que siempre transmite la zona rural. Aunque no vimos a nadie, todos por Deva.
¡Alto!, detente por un momento en tu paseo, estás en la Plaza del Marqués junto a la estatua de Pelayo, dirígete al Palacio Revillagigedo abre la puerta acristalada y recorre las salas en silencio admirando las pinturas y esculturas de grandes maestros. Tienes de tiempo hasta el 17 de enero. Te encontrarás paredes blancas alegradas con obras de Picasso, Dalí, Miró, Kandinsky y otros muchos dentro de la exposición "El espejo que huye" que exhibe obras de la Fundación María José Jove. Las imágenes de esté post están extraídas de la página de la Fundación y son una pequeña muestra de lo que podrás ver.
Es posible que tenga que cambiar mi imagen de perfil, quizás no sea correcto usar la imagen del rey Pelayo, sobre todo teniendo en cuenta que está mostrando una cruz y que para mayor desgracia tuvo el feo detalle de derrotar a los moros en la batalla de Covadonga. De momento creo que me voy a mantener atento y a la espera porque ya se sabe, empiezan por las aulas, siguen por el puente de Cangas de Onís y acaban quitando la Cruz de la Victoria de nuestra bandera y nuestro escudo. Que nadie se ría, el tema no es baladí, o no recordáis la polémica de hace unos años con las cuatro cabezas de moros que aparecen cortadas en el escudo de Aragón.
Siguiendo esa misma línea, como se pretende desde hace algún tiempo erradicar los belenes no tiene sentido que existan unos señores con barbas llevando regalos el 6 de enero, ya puestos habrá que desterrar definitivamente a los Reyes Magos y acoger con la hospitalidad que nos caracteriza al viejo Santa Claus. Para cuando eso pase me imagino que los domingos dejarán de ser festivos, en las ciudades no se celebrarán fiestas patronales y nos guiaremos por un calendaario que no será el cristiano- habrá que ver si nos viene mejor el chino o el mahometano-. Por supuesto el Camino de Santiago tendrá que cambiar de nombre por algo más aséptico como Ruta Peregrina Medieval, o algo así, y sustituir los cruceiros por paneles informativos. Ir a ver a la Santina tampoco estará bien visto así que el que quiera bendecir el coche, agua del grifo y los de la cruz roja que se lo vayan pensando que lo van a tener más difícil, la media luna ya está cogida así que tendrán que abrir un concurso de ideas. ¿El final? el final ya lo escribió la historia con distintos protagonistas, paseaban con la estrella de David bordada en el pecho ¿Te suena?
Bueno, esta reflexión irónica y espero que exagerada viene como ya os habréis imaginado a cuento de la polémica banal sobre la retirada de los crucifijos en los colegios, banal porque creo que en los colegios públicos no hay crucifijos y en los colegios concertados o privados la presencia de los mismos responde al ideario del centro y banal porque como queda reflejado en el post por mucho que se quieran cambiar las cosas lo que no se puede cambiar es la historia.
Los circos chinos están lejos de parecerse al circo Barnum, sus acróbatas desafían los límites de la naturaleza y sus coreografías son únicas porque aparte de ellos no hay en el mundo quien las pueda llevar a cabo. Este lago de los cisnes es insuperable, lo había visto hace tiempo y me vino a la memoria ayer mientras veía otro vídeo de un acróbata chino trepando como un mono y saltando entre dos barras. Es imposible saber dónde está el límite del cuerpo humano, hay tanta capacidad en nosotros no desarrollada que si evolucionáramos a un ser superior que fuese capaz de aglutinarlas todas en un mismo individuo el resultado daría pánico. Ser el más inteligente, el más sabio, el más fuerte, el más ágil, el más rápido, desarrollar los sentidos como una persona ciega parece tarea imposible para los humanos pero quizás con el tiempo no lo sea para las máquinas. Será la resurrección de Roy.
"El Sanador de Caballos" de Gonzalo Giner es el libro que me ocupa estos días, es una novela histórica con todos sus ingredientes ambientada en la España de la Reconquista, como es norma habitual en este tipo de novelas, la historia se adereza con intrigas palaciegas, amores imposibles y desgracias sin fin. Como la Navidad es tiempo de hacer regalos y el mejor regalo es un libro pensad en este, seguro que os lo agradecerán. A mi circulo de amistades sólo les pido un par de días antes de que su protagonista Diego de Malagón les amenice las tardes.
La experiencia de una salida en solitario en tarde de fútbol a través de las sendas.
Oscar me decía el domingo refiriéndose a nuestras compañeras de dos ruedas que son muy desagradecidas, lo mismo me ratificaba Rubi poco después, mientras yo los veía a todos, a los conocidos y a los desconocidos desfilar sobre sus fieles compañeras. Venía la conversación a cuento de lo que cuesta volver a coger el tono después de un parón, aunque yo pienso que los desagradecidos somos nosotros y nuestra genética.
Para no pagar los excesos de la inactividad y de los parones y venciendo la tentación del sofá que reflejaba en el post de ayer, la tarde del sábado salí de casa en dirección a la vía verde, no llevé cámara de fotos así que me guardo para mí la imagen de la luna sobre el castillete de la mina de La Camocha, todavía no sabía lo útil que me sería porque cruzando la senda fluvial la noche se echó encima.A la altura de las Mestas me cruzaba con gente que corría por la senda, seguramente por primera vez en su vida para llegar a tiempo a ver al Sporting y por la carbayera del Tragamón los postes de luz del camino me mostraban a mi sombra adelantándome y me decían que diera la vuelta. Así lo hice, con ojos de lechuza adivinando un camino que de repente se volvió desconocido bajo la luz tenue de la luna.
Había la pasada semana en el Centro Municipal de La Arena una exposición de fotografías que tenían como tema la salud y la seguridad laboral, mostraban en un panel dos imágenes la de lo correcto y la de lo incorrecto, la mayoría bastante artificiales, pero entre ellas una me llamó la atención porque planteaba el gran dilema que tenemos algunos humanos; dejarte seducir por el agradable ambiente del hogar, por ese sofá que te acoge suavemente entre sus brazos y por esa pantalla que te muestra imágenes hipnóticas o salir a dar un paseo pensando que puede estar frío, que puede llover, que vas a sudar...
Dicen que la culpa siempre es soltera pero yo sé bien que hay un culpable cuando los icebergs navegan por los océanos y los árboles florecen en noviembre, cuando las lluvias toman dimensiones bíblicas mientras los desiertos avanzan, cuando algunas especies animales se enfrentan a su extinción mientras plagas invasoras acaban con ríos y cultivos... yo sé bien quien es el culpable. Tiene un nombre. Homo sapiens.
De las inquietudes de mi compañero de pedaladas y de la visita del domingo al bosque de Peloño que acabó en la casamata del Collado de Guaranga resulta este interesante post, y es que sabedor de que entre mis aficiones está el dejarme caer por las bibliotecas municipales me emplazó a echar un vistazo al libro "La Maginot Cantábrica". La conocida Línea Maginot fue realizada por los franceses después de la Primera Guerra Mundial para protegerse de los belicosos vecinos alemanes y consistía en una línea de fortificaciones que se extendía a lo largo de la frontera con Alemania y también con Italia. El libro "La Maginot Cantábrica" haciendo un guiño a esa línea describe 50 rutas por los escenarios de la Guerra Civil en Asturias y León, 50 rutas para llegar a lugares donde en algunos casos se libraron batallas importantes y donde se conservan casamatas, bunkers o trincheras. Es un libro que combina la montaña con la historia y que recoge biografías, episodios de interés y fotos de la época. No paséis de largo si lo encontráis en la estantería de la biblioteca.
