El Everest sin oxígeno

 "No tiene ningún sentido subir a ese monte con una botella encima. Ya es el colmo. La única dificultad que tiene para mí es ésa, subir sin oxígeno. No se trata de una ruta exigente, ni técnica. Aquí el reto es subir sin oxígeno, lo demás está en segundo plano."

Las palabras son del alpinista gijonés Nacho Orviz, para la entrevista que le hicieron los de Desnivel poco antes de partir hacia el Nepal con la vista puesta en el Everest (8.848.m), y aunque puedan sonar presuntuosas no lo son. Hay que entenderlas en la aceptación de que entre la gente normal vive gente que no lo es, parecen como los demás pero no lo son, sus retos están por encima de los de la mayoría de los humanos, Nacho es uno de esos. Ahora está en el campo base avanzado, a 6.400 m. de altitud, el objetivo: coronar su cumbre sin oxígeno; antes ya cayeron otros ochomiles que sin ser el techo del mundo son de más exigencia técnica. Después del Cho Oyu, Shisha Pangma, Annapurna, Dhaulagiri, Nanga Parbat, Gasherbrum y Makalu, lo que toca es el Everest. Y ahí está, junto con su amigo Ferrán Latorre, preparado ya para acometer la parte verdaderamente dura de la ascensión. En su página, http://nachoorviz.com/, podéis seguir su aventura. Ojalá todo vaya bien, es grande el esfuerzo, permanente el riesgo y mucha la dedicación que se pone en empresas como esa, justa recompensa debería ser que lo consiguiera. 

He añadido en el margen un enlace directo a su web para que los que visitáis asiduamente este blog os déis una vuelta por el suyo y le dejéis un buen puñado de comentarios de apoyo que siempre son de agradecer.