domingo, 20 de diciembre de 2015

Vía de la Plata. Pajares - Gijón. Etapa 10.

Aquí no hay llanuras, esto es Asturias. 

Ya nos veíamos en casa, última etapa, todo el día para rodar, terreno conocido y sol. ¿Qué más se puede pedir?


El día empezaba muy bien, tan bien que empezábamos bajando. Desde Pajares hasta Pola de Lena primero y después llaneando siguiendo el cauce del río Lena y del Caudal hasta Mieres, donde paramos a desayunar.


Tranquilamente fuimos degustando los últimos kilómetros de la ruta sin importar que fueran de subida o de bajada. De subida iban a ser unos cuantos empezando por los del Padrún y siguiendo por  los de La Manzaneda.






Continuamos hacia Oviedo y El Berrón en una etapa clásica de bici de carretera para llegar a Gijón por el Alto de la Madera. A nuestro encuentro y para acompañarnos en los emotivos últimos kilómetros se sumaron dos buenos amigos y compañeros de pedaladas, Rubén Patricio y Conchi.



En el Alto de la Madera antes de iniciar el pacífico descenso que entre charlas nos llevaría a Gijón.


 En la oficina de turismo frente a la playa de San Lorenzo...


Con el último sello.


En la Plaza Mayor.


Y con la estatua al César Octavio Augusto, justo epílogo a una ruta tan romana.

Los totales fueron diez días de ruta para 960 km., errores incluidos, que alguno hubo, y algo menos de 60 horas de pedaleo. 

De todos los viajes que he hecho en los últimos años éste ha sido el que más he disfrutado, el que me ha ofrecido los paisajes más bonitos, el que me ha hecho conocer una buena parte del país, de sus gentes... siempre amables, el que me ha dejado las mejores sensaciones y el que recomiendo a cualquiera que con experiencia o sin ella quiera animarse a hacer un pequeño gran viaje sobre su bicicleta. Tiene muy a su favor que se rueda mayoritariamente por pistas buenas de perfil llano, está bien señalizado en su conjunto, no hay más que ir siguiendo las flechas amarillas (con eso y una guía de apoyo no hace falta ni tecnología), cada pocos kilómetros hay pueblos donde poder avituallar o pernoctar, se pasa por todas las capitales de provincia exceptuando Badajoz, a cambio se pasa por Mérida donde la parada es obligatoria, pero que decir de Sevilla, Cáceres, Zamora, Salamanca, León... el que quiera hacer turismo a la vez que viaja tampoco tendrá excusa.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Vía de la Plata. Benavente - Pajares. Etapa 9.

Penúltima etapa, un etapón. No recuerdo si madrugamos tanto como los días anteriores, quizás un poco menos, en cualquier caso salimos temprano. En Benavente el Camino de Santiago sigue hacia La Bañeza dirección Astorga, pero nuestro destino era seguir la Vía de la Plata hasta Gijón, hasta casa, así que cogimos la directa y nos metimos 3 horas de arcén y 72 km. por la N-630 hasta León.

Un día más de cielos azules.



Afortunadamente la gente se tira a las autopistas, lo que nos dejó la recta interminable de la N-630 prácticamente para nosotros solos, si a eso le sumamos que era domingo y que los domingos la gente no madruga... pues eso, solos y encantados de la vida.



Casi no se habían despertado en León y ya estábamos allí viendo como la gente empezaba a aparecer.



Otro sello importante. 


 

 A la salida de León cometimos una equivocación y en Lorenzana en vez de entrar a la derecha hacia Cuadros y La Robla, seguimos rectos metiéndonos una subida de esas que ya teníamos olvidadas. Cuando vimos ya en el alto el desvío a Rioseco de Tapia optamos sabiamente por descender todo lo que habíamos subido antes de dar un rodeo enorme hasta La Robla.

Volvimos a Lorenzana y cogimos, esta vez sí, la carretera buena. Paramos en La Robla a comer y a descansar un poco antes de continuar. Hacía calor y costó quitarse el sopor y ponerse en marcha.


Y tras unos cientos de kilómetros nos encontramos con el primer cartel en el que pudimos leer: Gijón.

La subida del puerto de Pajares se hizo dura, mucho viento en contra y mucho tráfico de retorno (era domingo), el cansancio de muchos kilómetros y muchos días (éste era el noveno), la carretera mirando hacia arriba, nuestras mochilas y las ruedas gordas... todo eran pequeños obstáculos pero por encima de todo estaba la gana de llegar a ver los paneles de la foto de aquí abajo.







Al fin en Asturias pernoctamos en el albergue de Pajares y cenamos como señores un buen pote para recuperarnos de los 163 km. que nos resultaron de ese día. La etapa más larga quedaba atrás.

Otras cosas

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