martes, 12 de febrero de 2013

La Colegiata me vio crecer

La Colegiata de San Juan Bautista, que durante años fue testigo de mis diarias idas y venidas, luce ahora mejor que cuando era niño. Por aquel entonces, tanto ella como el Palacio de los Condes de Revillagigedo estaban sumidos en el abandono, con la piedra oscurecida y erosionada, los cristales rotos y las verjas oxidadas.

Me pregunto ¿qué recuerdo guardará de mi? ¿se acordará de todos los que ve pasar? ¿dormirá por las noches? (Difícil lo tiene los fines de semana)
Mercy, mercy, mercy -Marlena Shaw

4 comentarios:

  1. Alguna piedra le cayó a algún ratón que salia de la capilla en tiempos de mi dura infancia, digo lo de dura no por mi si no por los que me la padecieron.Que buenos recuerdos,aunque seguro que esta opinión no es compartida por todos mis allegados.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Seguro que las piedras te recuerdan aunque nadie lo crea tienen buena memoria

    Un besote

    Ah! buena música

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  4. Hola Bro!!! Qué alegría volverte a leer. :)
    Y cómo no te va a recordar???? Imposible olvidarse de las personas con sensibilidad y buena madera. Y además con un gusto delicioso en la música.
    Abrazo desde la tórrida Buenos Aires!!!

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