En el centro del corro, impecablemente vestido con su carísimo traje italiano, escuchaba con atención lo que sus no menos elegantes amigos le estaban contando. Le hablaban excelencias de la innovadora aplicación que habían descargado a sus móviles de última generación desde la "ape store". Algunos de ellos ya la habían probado y decían que les había costado no ponerse a bailar en plena calle, lo que sin duda habría dado mucho que hablar.
Tuvo ocasión de probarla a la semana siguiente, la cita estaba prevista con antelación. Antes de salir del coche se colocó los auriculares inalámbricos y pulsó con desenvoltura el icono que desde hacia unos días figuraba en la pantalla de inicio de su teléfono. La multitud le aguardaba a la entrada de los juzgados donde iba a declarar. Cuando se apeó del vehículo dirigió la mirada hacia la gente, los vio gritar como enfervorizados fans (nada más lejos), sonrió ligeramente, avanzó con paso firme y comprobó que para él tampoco era fácil evitar el compás. Mientras el mundo le abucheaba, los insultos mutaban a melodía.
Call me irresponsible- Dinah Washington
Excelente, Jose!!! Y que tío más gordo has descripto! Ironía sutil y un gusto exquisito!
ResponderEliminarMuy buen relato!
Abrazo desde Buenos Aires!
P/D: Y lo realmente "Irresponsible"
es postear tan buena música! Jajaja!