La rueda que nunca se para,
la serpiente que se muerde la cola,
la historia interminable...
esas sensaciones que tuve un día.
Las del sufrimiento en subidas eternas (descensos tensos).
(Lejanos, cercanos, ignotos, soñados)
Las de los dolores en las piernas y el corazón desbocado.
La alegría de compatir experiencias con buenos amigos.
Esas sensaciones que tuve un día...
y que sigo teniendo
porque la rueda nunca se para,
es la serpiente que se muerde la cola.
Todo gira, querido bro...
ResponderEliminarY en sus giros, el dolor y el goce comparten el tiempo y las formas.
Muy buen texto!
Y que siga la rueda!!!
Abrazos porteños!!!
una vez que le coges adicción a la serpiente de dos ruedas ya no se puede dejar siempre termina uno volviendo.
ResponderEliminarSimplemente... me gusta.
ResponderEliminarSaludos
Joaquín
Es lo que tiene esto de el Bike,es duro pedalear y subir la
ResponderEliminarpendiente pero engancha.Y si es en buena compañía mas.
Saludos.
Alvaro Navarro.