jueves, 19 de julio de 2012

Almeida- Sortelha. Etapa 1. Ruta de las Aldeas Históricas. G.R. -22. Portugal.

Con el objeto de que sirva de recuerdo a mi débil memoria, de distracción a los que leen, de utilidad a futuros viajeros de esas tierras.

 El viernes día 6 salimos de Gijón en dirección a Almeida, villa portuguesa perteneciente al distrito de Guarda. En el camino una parada antes de cruzar la frontera para refrescar las gargantas y encontrarnos con los compañeros que llevaban ventaja. Viajamos en dos vehículos, tres y tres. Idem las bicicletas. El total del grupo lo formamos: Javi, Jose, Fran, Eugenio, Junco y el que escribe.

Con la ventaja de que en Portugal hay una hora menos con respecto a España nos da tiempo a hacer una pequeña visita a la preciosa localidad de Almeida antes de cenar.

 Entrada a la villa de Almeida


y sus calles.
Almeida es una pequeña ciudad amurallada, a la que se accede a traves de un puente sobre lo que era el foso de defensa. En su interior, muy cuidado, las casas pintadas en color blanco, con sus pequeñas puertas y ventanas forman una especie de decorado. Tras las primeras fotos retornamos a nuestro alojamiento en el exterior donde damos cuenta de una buena y económica cena. Nos hospedamos en A Muralha, un hotel-restaurante donde nos trataron muy bien y donde nos cobraron por tres habitaciones dobles con desayuno 105€. Comprobamos que los precios son mucho más bajos que en nuestra querida España y que aunque todos compartimos la misma moneda, el euro no vale lo mismo en ninguna parte.


Decidimos que dado que el calor sería una constante, había que procurar levantarse temprano, y fijamos como hora prudente para garantizar un descanso aceptable despertarnos a las 7'00 a.m. A esa hora comenzamos nuestro primer día. Serían las 8'00 cuando después de un buen desayuno y tras preparar nuestros ligeros equipajes damos nuestras primeras pedaladas en dirección al interior de la ciudad amurallada de Almeida. Los vehículos los dejamos sin problemas en el estacionamiento al aire libre del hotel.

Aunque teníamos la esperanza de aprovisionarnos en una pequeña tienda que habíamos visto el día anterior, lo cierto es que todo estaba cerrado, así que aprovechamos para dar una vuelta un poco más amplia que la del día anterior y nos ponemos en camino. Empezábamos la ruta en dirección contraria, menos mal que Fran se dio cuenta enseguida. Sin mucha pérdida, esta vez sí, cogemos el camino correcto.

Con una buena temperatura y alguna nube pequeña en el cielo salimos en dirección a Aldeia Nova para pasar a continuación por Ansul y Leomil, pequeños pueblos por los que pasamos sin detenernos.



De muchos de los sitios que dejamos atrás me es difícil saber el nombre, al llegar a ellos por caminos de tierra sin ningún indicador.

La primera parada del día fue en Castelo Mendo, una pequeña aldea amurallada de callejas empedradas y empinadas en cuyo alto se encuentran las ruinas de la iglesia del castillo. Un lugar éste, tan bonito como desierto. Fue la tónica en toda la ruta, salvo contadas excepciones, apenas se veía a nadie, ni moradores, ni turistas.

 Entrando en Castelo Mendo



Las ruinas de su iglesia.
Poco más adelante nos encontramos con la belleza del río Côa y llegamos a Freineda.


Por buenas pistas hasta Freineda

Plaza de la iglesia en Freineda
Otro intento de avituallamiento que no salió muy bien, las tiendas de los pueblos apenas tienen mercancía. Compramos un queso, unas pastas y unos refrescos y un amable vecino nos guió hasta el patio de su casa donde rellenamos de agua nuestros bidones. Adiós a Freineda. Tras unos kilómetros muy rápidos por pista llanas y en buen estado llegamos a Aldea da Ribeira. En el Restaurante Bernardina nos convencieron rápidamente de que los bocadillos están bien pero mejor es descansar un poco y alimentarse en condiciones, así que nos ponemos a la mesa y despachamos un menú de ensalada, filete con patatas, postre, pan y bebida por 6'50 €.

 El Restaurante Bernardina en Aldea da Ribeira, al pie del G. R.

Con el diablo atizando la caldera nos subimos de nuevo a las bicis y continuamos hasta Alfaiates, donde hacemos una pequeña parada para hacer unas fotos resisitiéndonos a la tentación de entrar en un oasis que había tras las ruinas del viejo castillo.


La primera incidencia del día y por tanto de la ruta, la sufrió Javi al vadear un pequeño arroyo. Un clavo como los de Cristo atravesó de parte a parte su tubeless. Como mis compañeros son gente muy preparada, Fran hasta llevaba una cubierta de repuesto. Solucionamos el problema y seguimos ruta en dirección a Sabugal. Habíamos pasado Souto cuando Jose sufrió una caída afortunadamente sin consecuencias que no hará más que aumentar su curriculum de cicatrices (de caídas, raspaduras, golpes y arañazos varios, vamos siempre bien servidos, aunque en esta ocasión apenas hubo percances), poco después a Javi, que rodaba unos metros por delante de mi, se le enredó lo que yo pensé que era una rama en su rueda trasera. Para nuestra sorpresa lo que se había enroscado en su disco de freno era una serpiente. Para desenredar el nudo hubo que desmontar la rueda, ahí comprobamos que la culebra no era pequeña precisamente.

Junco con determinación

Un clavo siempre te lo puedes esperar...
¡Pero esto!




Con Javi pensando que tenía que pasar el agua llegamos a Sabugal, hacemos un descanso y una buena merienda frente al único hipermercado que nos encontramos en ocho días y seguimos en dirección a nuestro alojamiento en Sortelha. En la subida a la salida de Sabugal una mirada atrás para fotografiar su castillo.

Castillo de Sabugal

Los últimos kilómetros ya empezaban a pesar, en una etapa que saldría por unos 92, con unos 1400 m. de desnivel acumulado y mucho calor. Tampoco ayudaron las pequeñas rampas del final y el hecho cierto de que para llegar a nuestro destino siempre acabábamos subiendo. Siempre los castillos están en los altos.

En, Sortelha, otro de esos lugares donde parece que sólo habitan las piedras nos acomodamos en la casa rural: Casa da Lagarica, un buen sitio donde nos cobraron 150€ por alojamiento y desayuno y nos hicieron la colada con la arena y el polvo del camino.

 Llegando a Sortelha





Sortelha como otros sitios tenía una muy bien cuidada ciudad intramuros, un auténtico escenario de película de mosqueteros.

Tras un breve paseo para conocer lo que encerraba la muralla de Sortelha, decidimos la cena en uno de los dos restaurantes que hay, concretamente en el Rte. O Celta, donde degustamos un bacalao al estilo de la casa que no tuvo mucho éxito, aun así no estuvo mal y forma parte de la experiencia viajera el probar la comida local ¿o no?

El primer día resultó así muy completo, muchos kilómetros, muchas pedaladas, mucho calor, muchas risas, algunas anécdotas y esa sensación positiva de ver que el grupo hacía equipo.

Índices IBP

track kml

Continuará.

9 comentarios:

  1. gracias por compartir esta experiencia.

    las fotos como siempre muy buenas.
    me encantan esos pueblos con callejones tan estrechos, me parecen muy acogedores.

    y el castillo, una pasada, me gustaria dormir alguna vez dormir en uno.

    me ha impactado la foto de la serpiente, tiene pinta de ser una vibora... y como se engancho ahí? yo creo que la serpiente no tenía muy buenas intenciones y queria morder, pero mordio demasiado tarde.
    buuuf, menudo susto, me tiene pasado de ir en ruta con la bici y que se me cruce una culebra, freno en seco.

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  2. Jose, esto promete. Ya espero la siguiente etapa. ¡Que buena pinta tienen esos paisajes!.

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  3. Eres un fenómeno contando las cosas. Da gusto vivir por segunda vez el viaje. No pierdes detalle. Un abrazo

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  4. Primer día y ya tenemos clavos traicioneros, serpientes atrevidas, castillos ¿encantados?. Una aventura en toda regla. Sigue, sigue contando.

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  5. Que buena pinta tiene el comienzo. Estoy imaginandome la cara de Javi tras tanta incidencia. Buscaria en el mapa el apeadero de tren mas proximo jajaja. Veo que alguien llevo alforjas, ya me contaras. Ya estoy ardiendo por leer la bitacora de la 2 a etapa.Charlynos.

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  6. Me parece haber vuelto a realizar la ruta de nuevo, genial Jose. No te dejas nada en el tintero :-)

    Saludos. Fran.

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  7. Jose,.......estoy asombrada.Sortelha...es verdad,se ve super cuidada,dá la sensación de que no rondan niños jugando,no?..Lo de la serpiente,dá un poco de repelús.jejee.Me ha encantado ver tú blog.Enhorabuena.Soy Conchi.

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  8. Sortelha.......es precioso pero da la sensación de que no hay niños,no?La serpiente ,dá un poco de repelus.....jeje.Enhorabuena por tús comentarios,fotos...eres genial.

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Tus comentarios enriquecen este blog. Gracias.

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