Tiene catorce años, no más, catorce años de esos que no saben a nada cuando naces adulto, cuando no tienes a nadie en el mundo, cuando arrastras la ropa raída y los playeros rotos, cuando el único alimento es la munición de una ametralladora tan alta como tú, cuando eres un depredador más en la selva...
Está frente a mi, me apunta con ojos de no entender nada, le suplico pero veo que le importo menos de lo que le importaría un insecto, para él no existo, como tampoco existieron los anteriores. Ahora ya es tarde, llega mi hora, sonríe y el olor de la gasolina que rocía los cadáveres de mis compañeros de desventura me hace vomitar. Me pregunto qué hago allí, tan lejos de casa, yo, que me creía tan valiente, me preg...
¿Dónde estaba? Vuelvo a verlo todo desde arriba, donde antes no había nada, sólo la hierba alta, ahora veo llamas y personas que saltan, oigo gritos donde antes había silencios, el aire ya no es limpio, yo... yo floto sin mi paracaídas.
Está frente a mi, me apunta con ojos de no entender nada, le suplico pero veo que le importo menos de lo que le importaría un insecto, para él no existo, como tampoco existieron los anteriores. Ahora ya es tarde, llega mi hora, sonríe y el olor de la gasolina que rocía los cadáveres de mis compañeros de desventura me hace vomitar. Me pregunto qué hago allí, tan lejos de casa, yo, que me creía tan valiente, me preg...
¿Dónde estaba? Vuelvo a verlo todo desde arriba, donde antes no había nada, sólo la hierba alta, ahora veo llamas y personas que saltan, oigo gritos donde antes había silencios, el aire ya no es limpio, yo... yo floto sin mi paracaídas.
Será que la guerra hace crecer demasiado deprisa...
ResponderEliminarMuy buen texto, la cruda realidad... lamentablemente. Me gusta tu blog,
ResponderEliminartiene de todo.
Un saludo!
Tu texto es estupendo, plasma una triste realidad de una forma fantástica.
ResponderEliminarBueno ya estoy por aquí otra vez te dejo besos y el deseo de un buen finde