No hay nada más diferente de un español que un japonés, sin embargo no puedo dejar de sentirme atraído por ciertos aspectos de su cultura, admiro su paciencia, el orden, la disciplina, la educación, su capacidad de trabajo, sus artes marciales y también sus estacionamientos de bicicletas.
Por cierto, mi amigo Jose ya tiene su nueva montura, ya la he visto aunque aún no hemos sido presentados. El domingo saldremos, la pondrá a prueba y yo trataré de hacerle algunas fotos en su entorno natural. Él la paga, todos la amortizamos.
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