Es lo que suele pasar, uno se va al campo con la esperanza de encontrar en su hábitat algún animalillo y no ve ninguno, en cambio se da uno un paseo por la city y se encuentra de bruces con un ejemplar de puerco espín. Estaba merodeando en los alrededores de la Estación del Norte tan tranquilamente que se dejó fotografiar y siguió su camino como si lo habitual fuera eso, que en su rutina alguien se sorprendiese de verlo tan ufano y le interrumpiese para hacerle un retrato.
Cambiando un poco de tema para retratos los de Fred Stein (1909-1967 ) que se exponen en el Palacio Revillagigedo. La exposición finaliza el 5 de julio. Si no la habéis visto la visita merece la pena.
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