miércoles, 29 de julio de 2009

Digestión y deporte


En la pasada expedición a Covadonga después de la comida en Anayo, (ensalada de pasta, carne guisada con patatas fritas y flan de queso regado todo ello a gusto de cada comensal), se desprendió sobre la marcha una traza de conversación sobre la pesadez de estómago y lo que costaba coger el ritmo, si alguna vez lo tuvimos ¿Pero que le ocurre en realidad a nuestro organismo?
Lo que ocurre en esos momentos es un conflicto entre la demanda de sangre que exigen nuestros músculos en forma de oxígeno y nutrientes y la que demanda nuestro aparato digestivo para procesar todo el alimento que hemos ingerido. Lo ideal durante el ejercicio es hidratarse correctamente tomando bebidas isotónicas que nos repongan eficazmente el agua y las sales minerales que perdemos con la sudoración y hacer pequeñas comidas a base de barritas energéticas, ricas en hidratos de carbono, o alimentos ricos en glucosa, pasteles, o frutas y aunque todo eso está muy bien ¿Quién se puede resistir a una comida como Dios manda?

1 comentario:

  1. ¡AH! por eso debido a la demanda de sangre a otros órganos y músculos a alguno no le alcanzaba para llegarle al cerebro.

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