Todos los veranos los asturianos invadimos nuestra provincia vecina del sur, no es la Reconquista, es la búsqueda de buen tiempo la que obliga al éxodo. El fin de semana fue caluroso en León, o al menos en Villadangos del Páramo que a alguno os sonará si habéis recorrido el Camino de Santiago, el pueblecito que tiene poco más que un albergue, un hostal, un camping (con un pedacito de Asturias) y una pequeña piscina municipal es de lo más soso pero está estratégicamente situado a medio camino entre León y Astorga y eso siempre es una ventaja.
Astorga es muy bonita a mi me encanta, con sus calles, su plaza mayor, su catedral, su palacio episcopal, su pequeño museo del chocolate, sus ruinas romanas, sus fiestas, sus mantecadas, el cocido maragato y los Panero, tristes protagonistas de una historia de opresora decadencia que Jaime Chávarri retrató magníficamente en su película documental “El Desencanto”. Astorga bien merece una visita.
Astorga es muy bonita a mi me encanta, con sus calles, su plaza mayor, su catedral, su palacio episcopal, su pequeño museo del chocolate, sus ruinas romanas, sus fiestas, sus mantecadas, el cocido maragato y los Panero, tristes protagonistas de una historia de opresora decadencia que Jaime Chávarri retrató magníficamente en su película documental “El Desencanto”. Astorga bien merece una visita.
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