Contar con un buen guía siempre es una suerte y aunque parezca imposible lo que os voy a decir, puedo aseguraros que en una prometedora mañana de sol, y bajo un cielo completamente azul, la estrella Polar puso en nuestro camino al guía indicado para disfrutarla. En buena y armoniosa compañía, el "modesto" guía nos obsequió con un recorrido de lo más bonito por Monte Aréo, con todo lo que ello implica, subidas, bajadas, dólmenes, áreas recreativas, estrechos senderos por los que rodábamos en fila india y un final suave y didáctico, por el valle de Guimarán.
Muchas veces intentamos encontrar en otros lugares lo que tenemos el lado de casa. La diferencia está en saber observar o en encontrar la persona indicada que te diga donde debes mirar. El sábado fue uno de esos días, como tu bien dices gracias al guía, y por supuesto como todas las salidas en grupo a la compañía.
ResponderEliminarlo corroboro totalmente.Blue
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