El fin de semana tal como estaba previsto lo pasé recorriendo la Ribeira Sacra con mis compañeros del "Btt Repechín". Como ya había dejado escrito, el fin de semana se planteaba muy bien, al final resultó perfecto.
Jose Manuel, buen conocedor de la zona por ser la tierra de sus abuelos, nos había preparado dos rutas en ocho, una circular para el sábado por la tarde que nos llevaría hacía el este, y otra circular para el domingo por la mañana que lo haría hacía el oeste con el objetivo de asomarnos a los cañones del río Sil y con el atractivo añadido de coincidir fin de semana de vendimia.
El sábado a las 8. 30, puntuales como relojes, cargábamos nuestras bicis en el remolque de Oscar, mientras nuestro anfitrión, Jose Manuel, que no dejó nada al azar, nos repartía unas guías muy prácticas -y que me sirven para aportaros más datos sobre la zona-, que había elaborado sobre lo que nos íbamos a encontrar cuando llegáramos a Bulso, pueblo perteneciente al concejo de Sober, al sur de la provincia de Lugo.
Después de comer en Sober, nos esperaba la primera ruta. 30 km. previstos, aunque al desviarnos a todos los miradores salieron algunos más. Cuatro horas.
Día de auténtico verano, con temperaturas por encima de los 25º, que nos hicieron sudar y a alguno agotar el agua antes de la cuenta.
A las cuatro de la tarde, que es una buena hora para dormir la siesta, comenzamos a dar pedales. Yo tenía la equivocada impresión de que en Galicia siempre llueve, pero no, la zona del Sil disfruta de un clima oceánico-mediterráneo con mayores temperaturas medias y menores precipitaciones, concentradas sobre todo en el invierno, así pues nos encontramos con caminos secos y polvorientos que motivaban que la nube de polvo que levantaba la bici que llevabas delante no te permitiera ver lo accidentado del camino. Sobre esto no llegué a ninguna conclusión, hay veces que es mejor no ver.
En los comienzos de esta bonita y singular ruta pasamos por el Santuario de Cadeiras, en el lugar hay un área recreativa y el primer mirador que nos permitía ver el cauce del Sil.
Después de asomarnos al mirador de Cadeiras y ver las aguas del Sil, continuamos hacia el este contemplando el trabajo en los abundantes viñedos de la zona en plena vendimia. La orografía condiciona el cultivo, que se realiza en terrazas, resultando el aprovechamiento de la tierra realmente espectacular. Las viñas se disponen en escalones de piedra, llamados socalcos, para aprovechar la inclinación de las laderas. El sistema data de la época romana.
El río Sil desde el mirador de Cadeiras
En nuestro paso a través de las viñas...
no hubo nadie que no nos ofreciera trabajo.
En nuestro paso a través de las viñas...
no hubo nadie que no nos ofreciera trabajo.
A los vinos de la zona se les reconoce con el nombre genérico de mencía, porque son elaborados principalmente con este tipo de uva. También se usa la variante godello.
Cada vez que volvíamos la mirada al Sil veíamos el catamarán turístico recorriendo sus cañones. (Click aquí para ver más información sobre el catamarán). Pero lo más sorprendente fue encontrarnos con el tren turístico que la recorre por tierra. (Click aquí para tener más información sobre el tren turístico).
No dejamos de conocer ninguna de las vistas que los miradores ofrecen sobre el Sil, tras el de Cadeiras, nos asomamos al de Os Chelos, Soutochao, Pena do Castelo, con su ermita, y O Duque; entremedias paisajes preciosos, mucha gente trabajando entre las viñas, mucha bodega y muchas fotos.
Al principio de las viñas se pueden ver plantados rosales, esto se hace para detectar precozmente la aparición de un hongo que también ataca al rosal y en el que se notan primero los efectos.
Esto forma parte de la primera jornada, prometo más.
Cada vez que volvíamos la mirada al Sil veíamos el catamarán turístico recorriendo sus cañones. (Click aquí para ver más información sobre el catamarán). Pero lo más sorprendente fue encontrarnos con el tren turístico que la recorre por tierra. (Click aquí para tener más información sobre el tren turístico).
No dejamos de conocer ninguna de las vistas que los miradores ofrecen sobre el Sil, tras el de Cadeiras, nos asomamos al de Os Chelos, Soutochao, Pena do Castelo, con su ermita, y O Duque; entremedias paisajes preciosos, mucha gente trabajando entre las viñas, mucha bodega y muchas fotos.
Al principio de las viñas se pueden ver plantados rosales, esto se hace para detectar precozmente la aparición de un hongo que también ataca al rosal y en el que se notan primero los efectos.
Esto forma parte de la primera jornada, prometo más.
no conozco esa parte del Sil, pero tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarel año pasado, sobre estas fechas, me acerque a ver el nacimiento del sil, y es precioso, me queda casi al lado de casa.
Yo venía de malas... Entro en tu blog y Zas! Me dije a mi misma: "Con este post me mato o sonrío y me prometo algún día conocer esos lugares"
ResponderEliminarComo soy positiva por naturaleza, guardé en el cajón la granada que iba a ponerme en la boca, y no sólo no voy a suicidarme si no que me llevo (con tu permiso) las imágenes y la info que has posteado.
No puedo creer lo bello de este recorrido!!! Me has alegrado el día, Jose!
Que se venga la segunda parte!
Abrazo desde la orilla vecina!
Quiero felicitarte por la entrada de hoy, la fotografía nos ayuda a hacernos idea de como es esa tierra
ResponderEliminardesconocida para algunos.Pero también te felicito por tener la suerte, de contar con ese grupo de amigos con los que puedes compartir esas rutas.
Esperaremos la segunda parte
Coño Jose, con esta información si te falla lo de la moto pueden contratarte como guía turístico de la comarca del Sil.Veo ,que tambien estuviste atento a las explicaciones de YLQH
ResponderEliminarPrecioso. Supongo que habréis probado los riquísimos caldos de esas tierras. Magnífica la mencía. Quién se puede imaginar que entre esas tierras onduladas de la provincia más romana de Galicia se esconde un gran secreto que haría enmudecer al mismo Baco por el sabor y la belleza que destilan esas tierras.
ResponderEliminarMuy buen reportaje y que envidia me entra. Un maridaje nuevo de pequeños placeres : vino y bici..
ResponderEliminarHola Jose, buena entrada si señor.
ResponderEliminarLa zona, de la que algo conozco, es preciosa y los vinos, que quieres que te diga, a los que nos gusta dicho caldo, pues que cuando se puede hay que disfrutarlo.
Enhorabuena por el viaje y la compañía.
Un saludo
Flipante entrada. Recién aterrizada de un gris viaje de trabajo, entrar aquí es como abrir una ventana al mediodía. Preciosas fotografías, excelente redacción. Genial y maravillosa Galicia; lo tiene todo, hasta gallegas,que ya sabes lo que dicen: que somos muy melosas. Besos
ResponderEliminarExcelente reportaje, añade que el mes de agosto fue el menos lluvioso de los últimos chiquicientos años y añade también que así como para que las chicas estén guapas necesitan cremitas, también Galicia necesita agua para mantenerse verde. Pero no llueve tanto como se dice. Galicia es grande y cuando el telediaría informa de que llueve, da por seguro que no lo hace en las tres cuartas partes de Galicia. Buenos están los hosteleros con tanta desinformación.
ResponderEliminarAñade por fin que aunque mencía y godello son efectivamente mayoritarias, ahora mismo se están haciendo unos caldos exquisitos con caiño, sousón, brancellao y treixadura.
!Y qué bien y barato se come en Galicia!
Muchas gracias a todos por los comments, y Cesar, especiales por la aportación, ya lo añades tú.
ResponderEliminarHola Jose,
ResponderEliminarEstas lugar muy hermoso, con sus iglesias, caminos, debe haber sido una buena pista con seguridad. Un día espero conocer.
La paz,
Leandro CHH
Me encantan tus rutas me llevan a sitios que no conozco y me permiten ver esos preciosos paisajes tan bonitos algunas te las pillaré cuando vaya para la zona para verlas con mis retinas
ResponderEliminarUn beso enorme por mis ausencias