Reencuentros

Ayer hablaba por teléfono con mi amigo Manu. A mediados de este próximo mes de mayo vendrá por Asturias y tendremos, después de muchos años, la oportunidad de reencontrarnos. Manu vasco de nacimiento, creo que gijonés de corazón y madrileño no sé si por obligación dejó Gijón para marcharse a Madrid hace ya más de veinte años y hasta este invierno no habíamos vuelto a estar en contacto. Sus padres tenían un restaurante de cocina vasca en la Plaza del Carmen, dónde ahora está el restaurante Bitácora, al lado mismo de las oficinas de Ruiz de Velasco donde trabajaran mi padre y mi abuelo. A Manu le conocí jugando al futbol en el Gijón Industrial y nos hicimos grandes amigos, formábamos un gran equipo bien dirigidos por esa persona entrañable que es Ismael, a pesar del tiempo transcurrido sigue habiendo entre aquellos que mantenemos contacto un fuerte sentimiento de amistad y diría que hasta de hermandad que conservaremos, sin duda, durante toda la vida.
Uno de los que conformaban aquel equipo era Javi que murió, el pasado diez de octubre en La Coruña, al intentar rescatar a un amigo suyo que había caído al mar cuando pescaban en un acantilado. Vaya desde aquí mi recuerdo a un buen amigo.

En el campo de Santa Cruz. De pie: Fernando, Javi, Luis, Prida, Ricardo, Oliva y Rubén. Agachados: Coque, Toñín, Manu, "El peque", Roberto, el que escribe y Eloy.

Como va de reencuentros otro que me ha hecho mucha ilusión es el de ver a Vila. Coincidimos anteayer cruzándonos en nuestros vehículos. Nos reconocimos al instante a pesar de que el año próximo hará ya veinte años que acabamos el servicio militar en Valladolid.
Veinte años son muchos para estar privado de la compañía de buenos amigos. Que no se repita.