Maximiliano Canal Gómez.

Una charla trivial mantenida hace años con Carlos Calvo, gran amigo de mi padre, despertó mí interés por desarrollar mi árbol genealógico y así, con más voluntad que otra cosa me dispuse a ocupar parte del tiempo en investigar y ordenar la vida de mis antepasados. Nunca hasta ese momento había tomado conciencia del hecho que supone el haber llegado hasta aquí. Durante generaciones y generaciones desde el principio de los tiempos; hambrunas, pestes, guerras y miles de sufrimientos.

Lo cierto es que si se dispone de algún tiempo la tarea es interesante y en mi caso agradecida, inicié una primera fase recopilando datos y fotografías al tiempo que me procuraba información de los mayores de la familia y ya con unas cuantas fechas en el bolsillo me dirigí al registro civil y al archivo municipal donde las visitas dieron sus pequeños o grandes frutos, todo depende de las expectativas, eso y la ayuda de un programa informático que sirvió para poner en orden el montón de fechas y lugares que se empezaron a acumular dieron como resultado un modesto árbol que sigue siempre vivo a la espera de investigaciones más profundas.

Al ser la mayoría de mis antepasados de Gijón tuve la suerte de descubrir algunos libros en que se contaban anécdotas que los tenían por protagonistas y en algunos casos las biografías ya las habían hecho otros antes que yo, tal es el caso de Maximiliano uno de los hermanos de mi bisabuela Lucía y al que quiero rendir un homenaje porque no me parece justo que con tanta basura como hay por Internet este erudito gijonés, fraile dominico que consagró su vida al estudio, fue personalidad de gran prestigio entre la curia vaticana, oficiante de la misa privada celebrada en la capilla ardiente a la muerte de S.M. Alfonso XIII y uno de los grandes valedores del fundador del Opus Dei Josemaría Escrivá de Balaguer en el Vaticano no tenga su pequeño hueco en la red.

La biografía de Maximiliano Canal Gómez está recogida en La Gran Enciclopedia Asturiana y la cito textualmente: Religioso dominico, profesor e historiador, nacido en Proaza el 10 de Mayo de 1895. A los cuatro años pasó a vivir a Deva (Gijón), en donde estudio sus primeras letras, continuando luego en el convento de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea) con los estudios de Humanidades y Filosofía, para acabar los de Teología en el convento salmantino de San Esteban. Tras ser ordenado sacerdote, fue destinado al convento de Santo Domingo, de Oviedo, en donde permaneció tres años dedicado a la enseñanza. En 1923 marchó a Roma y allí estuvo dos años dedicado al estudio y perfeccionamiento de su ya firme vocación como investigador histórico. Posteriormente volvió a España para entrar a formar parte de la redacción de la revista La Ciencia Tomista, actividad que simultanea con la de profesor de historia Eclesiástica, Patrología y Apologética. En 1930 vuelve a Roma para asumir la dirección de la Analecta FF. Ordinis Praedicatorum, así como el puesto de vicearchivero general del Instituto Dominicano, y ocupa la cátedra de Criterología y Metafísica en la Universidad Pontificia del seminario Mayor Romano. El año 1931, publicó en Roma un folleto titulado Un códice de la Biblioteca Vaticana con poesías de Góngora, transcripción parcial de algunos poemas de este autor, en el que señalaba las variantes que se introdujeron en algunos poemas gongorinos. En 1942 fue promovido al grado de maestro en Sagrada Teología. Falleció en Roma el 28 de diciembre de 1944. Entre sus obras más importantes figuran: el padre Fray Pedro de Soto confesor de Carlos V, Góngora a la muerte de D. Rodrigo Calderón, Manuscritos vaticanos de los teólogos salmantinos del siglo XVI, El cancionero castellano de la Cosanatense, Correspondencia inédita entre FelipeII y el Vaticano con motivo del asunto de Carranza y El cancionero de Roma.

El sacerdote José Orlandis recoge en un capítulo de su libro "Memorias de Roma en Guerra (1942-1945)" como fueron las últimos momentos de Maximiliano Canal antes de su fallecimiento.