viernes, 19 de junio de 2009

El niño de bronce


En la playa del Arbeyal hay sentado en una piedra un niño de bronce que mira al puerto del Musel y respira aire con olor a salitre. En la piedra una placa recuerda a los niños que durante la Guerra Civil fueron evacuados a Rusia. Durante unas semanas el niño no se aburrirá, su mirada no podrá ir a lo lejos, se quedará viendo como se levantan las carpas que albergarán durante un tiempo La Semana Negra y después el bullicio de ese invento que mezcla escritores, conferencias, exposiciones y librerías con conciertos, mercadillos, atracciones, tómbolas y bocadillos.
Según dicen, como el Yin y el Yang lo primero no podría existir sin lo segundo. La elección es libre.

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