El otro día me encontraba con la triste noticia del suicidio del ciclista belga De Fauw, según parece estaba sumido en una depresión desde hace tres años, cuando colisionó en el velódromo de Gante con el ciclista español Isaac Gálvez que falleció a consecuencia del accidente. Esto me lleva a reflexionar sobre los mecanismos de la mente y a plantear el dilema de por qué mientras hay gente que causa el mal a diario sin ningún tipo de escrúpulo otros sin embargo no son capaces de vivir con el remordimiento de haberlo causado aunque sea accidentalmente. Sería bueno que nuestras cabezas tuvieran un interruptor de on-off.
Mañana tengo entrada para Muniellos, creo que ya estoy en disposición de respirar aire puro.
¡Que suerte! Ya nos contaras!Blue
ResponderEliminarQue usted disfrute de la visita, de la que seguro nos mantendrás informados.
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