El Bosque de Peloño

Demasiados días sin coger la bicicleta (Síndrome de abstinencia). Solución. Bosque de Peloño, concejo de Ponga. Salida de Collada Llomena en la carretera PO-2 que va desde Puente Vidosa a San Júan de Beleño. Nosotros subimos por la parte de Puente Vidosa tomando el desvío a Viego desde la N-625, pero esta carretera está cortada por obras y fue una suerte llegar hasta arriba. En el paso por el Desfiladero de los Beyos la cantidad de piedras que había por la carretera me hicieron sudar pensando en el techo acristalado de mi Picasso. Fuimos José Manuel (que llevaba días preparando la ruta) y un servidor y aunque lo decidimos un día antes y mientras caía un buen chaparrón, acertamos. El refrán dice que "al que madruga Dios le ayuda" y debe ser verdad porque tuvimos un día que ni en sueños. José había preparado la salida concienzudamente y se había cocinado un track en forma de ocho que permitía múltiples variantes. No había de que preocuparse (mi consejo es que si no os valéis por vosotros mismos contéis con un experto en gps). Collada Llomena, donde dejamos el vehículo, es punto de partida de la ascensión al Picu Pierzu P.R. AS-211 y de la ruta a la Foz de los Andamios P.R. AS-181, los paneles informativos de ambas rutas están situados uno frente al otro. Empezamos a dar pedales tomando el AS- 181. En el primer tramo hasta Los Bedules nos encontramos con algo de barro y la recompensa de una pasarela de madera que hace de mirador sobre todas las cumbres de los alrededores. Al sur destacan Recuenco, Maciédome y Tiatordos y al este en los Picos de Europa las cimas de Torre Santa de Enol y Peña Santa de Castilla. Continuamos ruta desviándonos a la izquierda en dirección al bosque de Peloño, adentrándonos en nuestro objetivo con desniveles muy llevaderos llegamos a Collado Granceno para nada más rebasado este coger un sendero a mano izquierda que sacándonos de la pista principal nos internaba hacia el valle por una trialera preciosa en la que los accidentes del terreno quedaban ocultos por la cantidad de hojas caídas y daban lugar a algún pequeño susto. Remontamos y volvemos a la pista que en continua ascensión nos llevó hasta la Collada Guaranga, allí encontramos a tres bikers que resultaron ser de Gijón y con los que coincidimos en una parte del descenso.
En Collada Guaranga, donde el viento soplaba muy fuerte, hay unos bunkers y trincheras de la Guerra Civil que resultaron un buen refugio mientras nos recuperábamos para una bajada vertiginosa y un terreno favorable hasta Collada Llomena.
Pese a las previsiones, no hizo viento, el día estuvo estupendo, con sol y la temperatura ideal para dar pedales. Por nuestra parte disfrutamos todo lo que pudimos como dos "Easy bikers" parándonos a contemplar todo lo que la naturaleza nos brinda, arroyos, suelos alfombrados de hojas, hayedos, majadas...

Peloño - Movie Maker