El ser humano es así, capaz de lo mejor y de lo peor, está en su naturaleza. El bien y el mal cohabitan en el hombre como generalidad y también en su condición de individuo, no hace falta tomar pócimas como hacía el Dr. Jekyll. Mientras unos investigan para la vida, otros investigan para la muerte, mientras unos viven para hacer el bien, otros viven para hacer el mal, mientras unos viven bien, otros malviven, y entre estos, entre todos, entre los momentos felices, momentos tristes; porque somos así, unas veces explotamos y otras implosionamos.
No me gusta mirar en mi interior.
No me gusta mirar en mi interior.
Lo mejor ahora es que te olvides de los divagues que acabas de leer, le des al play, y cierres los ojos para degustar este Summertime de Sam Cooke.
Mirar en nuestro interior, o simplemente centrarnos en nuestro propio cuerpo puede resultar un importante problema. No tanto como conducta narcisista, sino como una hiper-reflexión. Estar continuamente pensando en cómo nos movemos, en cómo nos posicionamos en el espacio...puede suponer un trastorno considerable. Pero bueno, es algo un tanto diferente a lo que tú dices ;) jeje
ResponderEliminarEl caso es que echar un vistazo a nuestro interior...no está mal de vez en cuando, pero puede resultar peligroso como no andemos con cuidadín...
¡Que miedo! y si me encuentro conmigo misma y no me gusto, o peor y s me gusto demasiado y me quedo prendada de mi...
ResponderEliminarEs peligroso adentrarse por estos lares.
Un beso