lunes, 11 de enero de 2010

11-e. Una efeméride local.



Hoy podía contaros como transcurrió este fin de semana blanco y hasta le podría contar a Fermín como estaba Argañoso, pero hoy quiero recordar una efeméride local. Es posible que el año que viene, cuando se cumplan los veinticinco, los diarios recuerden aquella noticia porque de la reciente historia de Gijón el 11 de enero de 1986 fue una fecha importante. Aquel fue el día en el que el barco Castillo de Salas encalló frente al cerro Santa Catalina. Todo un acontecimiento. Igual que en 1895 la gente acudía a ver la ballena varada en el Rinconín, éramos muchos los que nos acercábamos a la Atalaya para ver como aquel barco, que estaba tan cerca que parecía que se podía tocar, era desguazado por el oleaje. Notar la fuerza de la mar y ver en directo como partía el barco era impresionante.
El Castillo de Salas transportaba100.000 Tm. de carbón y esperaba para entrar en el puerto del Musel cuando el temporal le hizo garrear con el ya sabido final. Las consecuencias de aquel accidente se apreciaron regularmente durante años en la playa de San Lorenzo en la que las mareas depositaban el carbón que teñía de negro el arenal.
El fin de la historia está en la senda litoral junto al estacionamiento de Peñarubia. Un trozo del pecio, según parece elevado a categoría de escultura por obra y gracia del desaparecido Joaquín Rubio Camín, mira al Cantábrico exhibiendo una placa que recuerda aquella desgracia.
Dio para mucho, dio espectáculo, dio que hablar, dio noticias, dio trabajo y hasta una escultura, pero que no se repita, con uno tuvimos bastante.
De tanto recordar me viene a la memoria otro más inofensivo que durante un tiempo funcionó como bar y discoteca en el ahora Puerto Deportivo, El Ciudad de Algeciras. Seguro que también lo recordáis.

6 comentarios:

  1. Vaya si me acuerdo,anda que no me subí yo veces al castillo de Salas después de clase con mis amigos a investigar cunado estaban desguazandolo delante de l'atalaya.Del ciudad de Algeciras también me acuerdo, pero era muy joven para que me dejasen entrar jajaja

    ResponderEliminar
  2. Jose Luis:muy vieyu yes.En el Ciudad de Algeciras alguna vez anduve de doblete.Aquel armatoste era una verdadera ratonera,flotaba de milagro.Lo del Castillo de Salas,mejor no hablar,todavia esta saliendo el carbon a la playa con las mareas.

    ResponderEliminar
  3. Por lo menos quedó guapa la escultura.Todavia tengo la imagen en la retina:Blue

    ResponderEliminar
  4. Rubi, no ye cuestión de vieyera si no de memoria. Y pasando todos los días por allí delante ¿Cómo no me iba a acordar? Tú que aún guardas recuerdo, ¿Dime de que año estamos hablando?

    ResponderEliminar
  5. Perdona que no este de acuerdo,Blue,esa escultura es un mal recuerdo de la incompetencia de aquellos que gobernaban en la ciudad,creo que lo mejor que podian hacer era quitar esi pedazu de furruñu.Dejaron el barcu hundido en la peor zona que debieron,y fue todo un cumulo de disparates los que lo llevaron a encallar en el cerro.Yo me acuerdo muy bien de ello,ya que iba con frecuencia a ver la movida y el posterior arrastre a alta mar del barco.Lo del ciudad de Algeciras creo que mas o menos fue por el año 77.Volviendo a lo otro:estos son muy amigos de arreglalo todo con esculturines y con pijades,queda muy bien y ademas da dinerin a los amiguinos escultores.Lease:chapones y demas furruños por el estilo.

    ResponderEliminar
  6. Rubi, ya sé porque estas censurau en el Comercio. Bromes aparte, a mi esi mazacote de furruño tampoco me gusta y ademas parezme muy peligrosu pa los rapacinos que puedan jugar por ahí, la del tetanos queda corta.

    ResponderEliminar

Tus comentarios enriquecen este blog. Gracias.

Otras cosas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...