Todos fuimos niños aunque en algunos cueste imaginarlo. De mi pasado de niño recuerdo la ilusión con la que escribía la carta a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente y que aquellas cartas o sus sobres tenían los bordes con los colores rojo y azul porque tenían que llegar urgentemente a su destino y lo más rápido era la vía aérea. No recuerdo a príncipes interrogándome sobre las notas ni sobre si había sido bueno o malo, pero si figuras de reyes, de cartón piedra que sostenían entre las manos una urna que hacía de buzón, a la entrada de las tiendas de juguetes y si la memoria no me falla en la calle Corrida a la altura de Fotocentro estaba el receptor de mis deseos.
Más tarde siendo como soy el mayor de mis hermanos oficiaba de guardián del secreto y ayudaba a mis padres a colocar los regalos sobre la mesa de la cocina. Sí, de la cocina porque nuestra casa era como las de "Cuéntame", nada de los lujos de ahora, vivíamos cuatro hermanos, nuestros padres, mi abuelo y un tío-abuelo, total que la casa era como las de los transformer cuando llegaba la noche se movían mesas y sillas, se desplegaban los sofás camas y los cojines y convertíamos nuestro honorable hogar en poco menos de lo que llamarían ahora un piso patera. Me estoy desviando del tema principal.
Con el paso de los años abrí el paréntesis en el que los regalos de Reyes quedaban convertidos en esa obligación-tradición hasta que sin darme cuenta, como el mundo gira y los animales crecen y se reproducen (ya llegará lo otro, no hay prisa), llegaron otros niños que empezaron a mirar con ilusión las comitivas de colores y volvieron a escribir con ilusión y esperar ansiosos la mañana del día seis para desenvolver los regalos nerviosos y sonreír, que de eso se trata. De eso y de sentir la tensión de una puerta que se abre mientras envuelves los últimos regalos.
Dos recuerdos en esta fecha para personas muy queridas, uno para quien se despidió hace tres años dejándome el día de Reyes más triste y otro para Su Majestad Dionisio Viña, durante muchos años el mejor Rey Gaspar que haya tenido Gijón. Buena gente.
Más tarde siendo como soy el mayor de mis hermanos oficiaba de guardián del secreto y ayudaba a mis padres a colocar los regalos sobre la mesa de la cocina. Sí, de la cocina porque nuestra casa era como las de "Cuéntame", nada de los lujos de ahora, vivíamos cuatro hermanos, nuestros padres, mi abuelo y un tío-abuelo, total que la casa era como las de los transformer cuando llegaba la noche se movían mesas y sillas, se desplegaban los sofás camas y los cojines y convertíamos nuestro honorable hogar en poco menos de lo que llamarían ahora un piso patera. Me estoy desviando del tema principal.
Con el paso de los años abrí el paréntesis en el que los regalos de Reyes quedaban convertidos en esa obligación-tradición hasta que sin darme cuenta, como el mundo gira y los animales crecen y se reproducen (ya llegará lo otro, no hay prisa), llegaron otros niños que empezaron a mirar con ilusión las comitivas de colores y volvieron a escribir con ilusión y esperar ansiosos la mañana del día seis para desenvolver los regalos nerviosos y sonreír, que de eso se trata. De eso y de sentir la tensión de una puerta que se abre mientras envuelves los últimos regalos.
Dos recuerdos en esta fecha para personas muy queridas, uno para quien se despidió hace tres años dejándome el día de Reyes más triste y otro para Su Majestad Dionisio Viña, durante muchos años el mejor Rey Gaspar que haya tenido Gijón. Buena gente.
Esyoy totalmente de acuerdo en lo referente al Rey Gaspar,no creo que haya otro que pueda igualar a Mr. Dionisio.
ResponderEliminarEspero que los Reyes hayan acertado contigo.
Lo mismo opino:creo que nadie va a poder igualar a Dioni como Rey Mago.¡Menuda coña tenia¡.Una anecdota:hace ya unos cuantos años en pleno invierno de noche,estabamos trabajando con la escalera a la altura de la ventana donde vivia Dioni.Al oir ruido se sobresalto y se asomo.Lo primero que dijo nada mas asomarse:joder Rubierona vaya sustu que me diste,estaba comentandoi a la muyer,al oir hablar fuera:oye o sufro alucinaciones o les gaviotes estan hablando.Por poco caigo de la escalera abajo,de la coña marinera del comentario.
ResponderEliminarEl mejor dia del año.Que toda la magia caiga sobre el picu.Blue
ResponderEliminarEspero que no se te haya olvidao pedir en la carta muches salides en bici.
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