Doy fe de que el Alto de la Fumarea estuvo cortado el fin de semana. Yo me aventuré el sábado y ni las cincuenta mil ayudas electrónicas de mi coche consiguieron que fuese mucho mas allá de Argañoso. Por suerte las ruedas empezaron a patinar en uno de los pocos sitios donde era posible dar la vuelta y la fortuna hizo el resto. Al final, pasado el susto, fue una divertida y fotografiada tarde.
Una suerte salir bien de un sitio tan bonito.Blue
ResponderEliminarHola, José Luis.
ResponderEliminarLa última vez que nos vimos me comentaste que tenías un blog y nos despedimos sin darme 'la
dirección'. Gracias a Fonso la he conseguido.
Escribes bien. Siempre el que lee acaba escribiendo. Me sorprenden tus fotografías de
infancia en el pueblo. Siempre te recuerdo de
Cimavilla.Me encanta el comentario que acompaña
a estas fotografías.Lamentablemente para crecer
hay que renunciar a la patria de nuestra infancia. José Basilio
Gracias Josín por tu comentario, ahora ya sé que tengo un lector más al que satisfacer. Un saludo.
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