Fue un mal día el domingo, tan malo como aquel en que anunciaron la ciclogénesis, la tormenta perfecta, y una pena que en Pelayo esperaran inútilmente dos bicicletas por otras compañeras sobre un suelo mojado y bajo un sol que prometía lo que al final cumplió, regalar una mañana estupenda. La foto de la desembocadura del río España que está hecha desde el puente porque sería demasiado pretencioso poder caminar sobre las aguas, se la dedico a aquellos que se quedaron en la cama temerosos de que el cielo les cayera encima.
Que vergüenza Jose,esas dos bicis solas esperando por algún repechín y estos en la cama porque parecía,se intuía,se preveía que iban a caer dos gotas contadas del cielo,si es que no los puedo dejar solos,yo lo que tu ni les miraba mas a las llantas.Dales mas caña.
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