Lo normal en estas latitudes es que cuando uno coge la bicicleta y sale al campo se encuentre con fauna autóctona. Esto es, vacas pastando, ovejas y corderitos que se abren a tu paso y caballos que te observan curiosos desde sus atalayas.
Lo que ya no es tan normal es lo que nos deparó ayer incorporar una variante a una de nuestras rutas habituales. Por un lado y hasta aquí lo normal, es que los caminos cuando dejas de transitarlos unos años se vuelven nuevos y no hay nada más bonito que redescubrirlos y lo anormal, la curiosidad del día, fue pasar por delante de una casa y descubrir un par de avestruces y gozar de la amabilidad y sencillez de la gente que vive en las aldeas y te insiste y te abre las puertas para hacer fotos como estas.
Ya no sabes que hacer para cambiar de montura(bici)
ResponderEliminarMuy bueno,muy bueno.blue
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