Cuando la mañana se cubre de llovizna, cuando descubres al coger la bicicleta que tienes un radio roto y la rueda como un ocho, cuando la sustituyes a costa de perder dientes en la corona, cuando descubres que en realidad no es que vayas tan mal si no que tus v-brake se empeñan en aminorar tu marcha rozando con la llanta... sólo te queda pensar que eso no basta para arruinarte el día y disfrutar de la hermosa vista de nuestros paisajes, de caminos cubiertos de castañes y de la niebla corriendo por los valles.
Cuando uno se levanta con el pie izquierdo casi es mejor dar media vuelta y volverse a dormir.
ResponderEliminarUna pena lo del Lunes por no poder compartir ruta pero una suerte por otra parte, ya que tener un trabajo hoy en día es la "leche"