Seguro que habéis oído hablar del slow-down esa corriente que invita a tomarse la vida sin prisas y disfrutando el momento. Un e-mail me lo recordaba hace unos días una vez más, aunque mi ritmo hace tiempo que sigue esa línea de trabajar para vivir, disfrutar de las pequeñas cosas, caminar en lugar de correr y otras que se postulan dentro de esa corriente con la que me identifico. Se inició como movimiento Slow food en contraposición al modelo americano de comida rápida o Fast food y fue creciendo como filosofía de vida.
Desde mi percepción la vida pasa demasiado rápido y nunca se sabe lo que va a ocurrir mañana así que mi consejo es que no aplaces tus momentos de felicidad, que disfrutes de aquello que te gusta y lo hagas sin prisa. Valora una charla, un libro, un paseo o una simple comida. Los placeres los encontrarás en las cosas más simples, en esas a las que no les sueles dar importancia por cercanas, y habituales y aunque el mundo a tu alrededor vaya a toda velocidad vive tu vida a ritmo de caracol.
Donde se puede comprar una biciroulotte,como la de la foto,es para realizar salidas tranquilas y disfrutar del hogar pero fuera de casa y valga la incongruencia.
ResponderEliminarUn saludete.