El único argumento en contra de repetir rutas es que estás dejando de descubrir otras nuevas, salvado ese pequeño inconveniente todo es distinto. Siempre es distinta la luz del sol, la hora del día, la época del año, la compañía, los colores... todo es igual y diferente. El adelantar al sábado la salida en bicicleta me permitió aprovechar en familia el espléndido domingo de sol en el valle del Trubia. Nos fuimos a recorrer el Desfiladero de las Xanas. Siempre puede haber alguien que no conozca la ruta, algo difícil en una clásica tan bonita y accesible como es esta, así que ahí va una pequeña descripción: La ruta comienza en Villanueva de Santo Adriano, al pie de la carretera que va de Trubia a Puerto Ventana, poco después de pasar Tuñón nos encontramos a mano izquierda con el estacionamiento y los primeros paneles explicativos de la ruta, se suben doscientos metros por la carretera que lleva a Dosango y se coge la senda perfectamente señalizada que nos llevará hasta Pedroveya. Por el medio habremos pasado pequeños túneles de piedra, habremos caminado por el sendero tallado en la roca, elevándonos sobre los cortados desde los que oímos el río y nos adentraremos en el tramo final, en el que el camino se iguala en altura al cauce atravesando un pequeño bosque de castaños, robles y avellanos que nos llevará a los pies de la empinada pradería que sube hasta la iglesia de Pedroveya.
En esta ruta es habitual encontrar familias con niños en sus primeras incursiones montañeras ya que es fácil y con desniveles poco significativos, no obstante no está exenta de peligro y se deben extremar las precauciones con los peques en los elevados cortados de la primera parte.
En esta ruta es habitual encontrar familias con niños en sus primeras incursiones montañeras ya que es fácil y con desniveles poco significativos, no obstante no está exenta de peligro y se deben extremar las precauciones con los peques en los elevados cortados de la primera parte.
Esos niños tienen un buen ejemplo a seguir.Bluetomate
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