Sin piedad

Ahí estábamos los tres Joses (Jose Manuel, Jose Luis Cortés y un servidor), a los pies de Pelayo, para juntarnos con ese grupo de amigos y buenos ciclistas, "Los Repechinos", también el amigo Rubiera que fiel a la palabra dada hizo el esfuerzo de madrugar para comprobar la poca piedad que tienen los muchachos de la foto. Están obsesionados con las cuestas, no encuentran un llano ni por casualidad, y cuando estás disfrutando un descenso pegan un volantazo y ponte en lo peor, es que vuelves a subir.
Bueno, hay que reconocer que si nos acoplamos es porque nos va la marcha y porque así nos tomamos el pulso, que si no lo nuestro va de mirar mucho el paisaje y hacer fotos a caballos y vacas. Esfuerzo siempre pero sin buscar los límites. Lo de ellos va más con la filosofía de buscar que el motor se revolucione hasta el corte y hacer fotos de subidas, bajadas y algún jabalí.
La verdad es que tuvimos muy buen día para la bicicleta, el tiempo acompañó, nos lo pasamos muy bien, recuperamos fuerzas en la Tahona y llegamos a casa satisfechos de haber cumplido. Tendré que consultar a mis acompañantes si están dispuestos a repetir el próximo domingo o si volvemos a nuestro encantador slowlife.
La otra crónica.