Bienaventurado tú, que cuando los cielos se vuelven grises y te abraza la melancolía tienes la suerte de poder sentarte frente al mar.
Bienaventurado tú, que cerrando los ojos vuelas hasta la línea del infinito acariciando con tus alas crestas de espuma blanca.
Bienaventurado tú, que puedes escuchar el océano interpretando para ti su sempiterna melodía.
Bienaventurado tú, que abres los brazos y te embriagas con la fuerza del salado viento del norte.
Bienaventurado yo, que no lo tengo que soñar.
Leona Lewis- A moment like this
Bienaventurado tú, que cerrando los ojos vuelas hasta la línea del infinito acariciando con tus alas crestas de espuma blanca.
Bienaventurado tú, que puedes escuchar el océano interpretando para ti su sempiterna melodía.
Bienaventurado tú, que abres los brazos y te embriagas con la fuerza del salado viento del norte.
Bienaventurado yo, que no lo tengo que soñar.
Leona Lewis- A moment like this
...Y sean bienaventurados aquellos que poseen el don de transmitir a través de sus palabras sensaciones y emociones escondidas, que una mayoría jamás serán capaces de sentir; aquellos que perciben las cosas auténticas y pequeñas que el mundo ofrece y no todos se percatan de ellas; aquellos que valoran lo que en verdad vale la pena... Aquellos que en definitiva, no solamente pasan por este mundo sin más.
ResponderEliminarBienaventurado tú, si te apuntes a la cena del día 19.
ResponderEliminarAqui hay mucho bienaventurado,pero a la hora de tomar decisiones como la de la cena no hay manera que de señales de vida.BARRANCAS.
ResponderEliminarTodos tenemos algo por lo que sentirnos felices de estar vivos, al igual que poseemos algo que tal vez no apreciamos y otros desearían.
ResponderEliminarQue hermosa imagen la de ser abrazado por la melancolía.
Tu entrada de hoy me trajo el sonido del mar. Gracias por eso.