lunes, 5 de abril de 2010

Bajo el cielo encapotado


El miedo a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas es un miedo ancestral que algunos comparten con Abraracúrcix el jefe de cierta aldea gala de sobra conocida, pero no deja de sorprenderme que en el siglo en el que estamos todavía haya quien lo padezca. Este miedo parece estar profundamente arraigado en algunos "Repechinos" que ya no salen cuando llueve y tampoco cuando está nublado. Yo que soy experto en miedos y fobias les digo que no se preocupen, todo lo más que les puede pasar es que se mojen. Tomo nota de las explícitas justificaciones de Oscar y quedaré a la espera de las de los demás.
En Pelayo nos juntamos Jose, Roberto -que está siempre y siempre puntual- y un servidor, aunque también se asomaron Enric y Fermín, estos con el plan anunciado de devorar kilómetros de asfalto. Juntos fuimos en dirección a la Guía donde les esperaba Carlos y donde nos separamos. Discurrió nuestra mañana, bajo el cielo encapotado, por la senda de Deva, cuesta del Chabolu, Curbiellu, Deva, Baldornón, La Collada, Fano, y Lavandera para retornar a la ciudad por la socorrida senda fluvial, rodando a buen ritmo y sin pausas. Una ruta breve para un domingo de compromisos sociales.
La renegociación del convenio con la dura patronal hará que alterne los sábados con los domingos, esta semana tocará el primer sábado, a ver si alguién se anima que no me gusta rodar solo.

1 comentario:

  1. Barrancas puede tener excusa,porque el canguelo estomacal es libre y mas viendo lo que le viene encima,pero a los demás no los salva ni el "Tato".Cuenta conmigo para el sábado,de todas maneras ya te lo confirmaré por semana

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