viernes, 17 de septiembre de 2010

Breve historia mafiosa


Habían sido unos tipos sucios y ahora lo pagaban. Aquella mañana volvió, aún quedaban cosas por hacer. Estaban tal como los había dejado el día anterior. Ante sus ojos decenas de cuerpos mutilados pendían, algunos de pie otros boca abajo, sobre el vacío. Extraños, sin cabezas ni brazos, algunos eran enanos. En respetuoso silencio procedió con el solemne ceremonial. Descolgándolos uno a uno los fue depositando unos sobre otros. El ambiente era seco y no había olor en aquella montaña informe. Era la primera parte del trabajo, no se lo había ordenado nadie, tampoco hacía falta, él sabía muy bien que era lo que tenía que hacer. Los trasladó de un viaje, eran ligeros, ya no había almas. Dudó al principio en arrojarlos al mar con un buen lastre de hormigón, al mas puro estilo del Chicago de los años 30, pero sin extremidades el trabajo resultaría demasiado penoso. Se subió a la apisonadora. Adelante, atrás, adelante, atrás, adelante, atrás.

-Buen trabajo, Clemenzza- dijo para sí, mientras desenchufaba la plancha. La próxima caída deberá ser sobre el lado derecho.

6 comentarios:

  1. Tu también haces pesas con la plancha como Roberto, o simplemente es una descripción romántica con toque de novela negra de una labor doméstica

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  2. Comparto con Roberto el "gusto" por las tareas domésticas y por supuesto el de la plancha, pero yo no hago pesas con ella. A lo mejor es que conserva alguna de esas antiguas que se rellenaban de carbón. Ya nos contará.

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  3. Tengo un par de las antiguas que se ponían a calentar en la "chapa" de la cocina de carbón y después una vez calientes se podía planchar con ellas. Ahora estas haciendo las veces de sujetalibros en el salón.
    La que utilizo habitualmente para hacer pesas transversales es una Bosch con turbo e inyección multipunto, aparte de doble carburador y conducto F.
    Con todo yo no soy de los que digo "me gusta conducir". No. Al menos con ese vehiculo no.
    Pero bueno no queda más remedio que ponerlo en marcha de vez en cuando.

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  4. Si las "Santas" escribiéramos las veces que también hemos planchado y hemos realizado las cosas de la casa no nos bastaría con una breve historia mafiosa, necesitaríamos un par de libros por lo menos.

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  5. Coincido con la última "Santa" en su afirmación, pero al margen de ese tema (corramos un tupido velo) tengo que decir que me gusta que explotes tu vena cómica en los relatos, tienes talento chaval..y no sólo con la plancha.....

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  6. ¿Plancha?... ¿Qué ye una plancha? ¿La ropa no sal ya alisada del armariu?

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