lunes, 27 de septiembre de 2010

Diecisiete años y loca


No sería justo que llegara el día de hoy y no os hablara de Clarisse, ya que acabé con ella mi post del viernes. Clarisse McClellan es un personaje que aparece en el libro de Ray Bradbury, Fahrenheit 451.
Clarisse es una chica de diecisiete años que se pregunta siempre el por qué de las cosas y a la que le gusta leer, hablar, escuchar, contar historias y que se las cuenten. Sin embargo, eso en el mundo en el que habita Clarisse está prohibido. En ese mundo futuro que se imaginó Bradbury, está prohibido saber, está prohibido leer y está prohibido pensar, todo eso es nocivo y por eso en ese mundo los bomberos en vez de apagar fuegos, queman libros. Lo que en un principio parece una imposición del gobierno, la negación del conocimiento, es para la sociedad algo que se asume con naturalidad, a la gente no le importa nada que no sea ver en las pantallas de plasma seriales absurdos. Al principio del libro Clarisse conoce a un bombero, Guy Montag, al que abre los ojos al mundo que él quema con su lanzallamas, interesándole por esos libros que hace cenizas y haciendo que se cuestione si es feliz con la vida que lleva, una vida que todos viven como autómatas sin apreciar ya no solo el conocimiento sino las cosas más simples y naturales y no por ello menos bellas.

No seguiré contando para no arruinaros el final, pero dentro de la filosofía que encierra este clásico de ciencia-ficción, uno puede sacar varias conclusiones y entre ellas preguntarse si de verdad no acabaremos en ese mundo imperfecto donde no se ve otra cosa que programas estériles en la televisión, los libros son reliquias en manos de proscritos y nadie es capaz de disfrutar de unas gotas de rocío o una puesta de sol.

1 comentario:

  1. Excelente libro que se cuenta entre mis novelas preferidas. Espero que lo hayas disfrutado como me pasó a mi al leerlo.

    Besos.

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